Y a veces las cosas suceden de repente y buenas acciones son fundamentales en un momento justo. Esto es lo que ocurrió cuando un llamado en la madrugada alertó sobre el peligro de muerte de una beba de 18 meses. No respiraba.
El hecho ocurrió en Barrio La Esmeralda el sábado en la primera hora de la madrugada. Todo transcurría con normalidad para el subinspector Horacio Saravia y el suboficial Maximiliano Mesa que patrullaban las calles sin novedades en el norte de la ciudad hasta que un llamado al 911 y una comunicación por la radio policial, alertó el peligro de muerte de una pequeña que no podía respirar.
#Héroes | Un grupo de policías de Santa Fe le salvó la vida a una beba, en la madrugada de este sábado.
— LT10 (@radiolt10) January 28, 2024
🤝Los efectivos le realizaron las maniobras pertinentes para despejar la vía aérea y lograron que vuelva a respirar. pic.twitter.com/5Rr1q52KON
De manera urgente los dos oficiales policiales se trasladaron al lugar. Al llegar, se encontraron con una situación de caos donde algunas personas entre gritos y desesperación rodeaban a una nena que, a simple vista no se movía y estaba desvanecida.
De manera urgente Saravia tomó a la pequeña, pidió a los presentes que hagan un espacio y comenzó con los ejercicios de RCP para tratar de dar consciencia nuevamente a la menor.
Un video muestra parte de la escena donde Saravia ya tiene a la menor boca abajo en uno de sus brazos y tras algunos ejercicios la nena empieza a llorar lo que es un claro indicio que había circulación de aire y había pasado el ahogo.
Las imágenes muestran un momento crítico de desesperación colectiva pero destaca la tranquilidad con la que los oficiales realizan su tarea para salvar a la pequeña.
Posteriormente la menor fue trasladada al Hospital Iturraspe para que pueda ser examinada por el personal médico de guardia. Tras algunos estudios constataron que la menor no tuvo ningún tipo de secuelas y el estado era bueno por lo cual le dieron el alta médica.
En diálogo con LT10, Saravia dijo que "hubo que actuar rápido" ya que la menor presentaba signos vitales pero no podía respirar.
" Me encontraba en Pompeya patrullando con mí compañero y al oír el pedido de una unidad sanitaria en rojo por la situación, activamos sirena y fuimos al lugar. Gracias a Dios fue una decisión acertada y la pude reanimar, dijo el subinspector que además forma parte del cuerpo de bomberos de Laguna Paiva.