El Gobierno envió anoche al Congreso y a las provincias la nueva versión de la Ley de Bases, que abarca cuestiones fiscales, económicas y de reforma del estado, con el objetivo de avanzar con los principales lineamientos que impulsa la gestión del presidente Javier Milei. Uno de los principales temas es la modificación del Impuesto a las Ganancias.
El proyecto despertó inquietudes, especialmente entre los asalariados. Uno de los puntos más discutidos es el nuevo mínimo no imponible para empleados solteros, fijado en $1.800.000 de salario bruto mensual, equivalente a $1.494.000 netos, sin considerar deducciones por cónyuge o hijos.
Este cambio afectaría a un amplio sector que no pagaba o había dejado de hacerlo con la anterior modificación y que ahora tributaría.
En el caso de empleados con cónyuge e hijos menores de 18 años a su cargo, el umbral para comenzar a tributar sería de $2.300.000 de salario bruto mensual, equivalente a $1.981.278 netos. Este nuevo esquema de tributación podría impactar significativamente en el bolsillo de miles de familias trabajadoras.
¿Cómo quedaría el Impuesto a las Ganancias en 2024?
El proyecto también contempla la eliminación de exenciones fiscales vigentes, como las diferencias entre horas extras y ordinarias en días feriados, bonos por productividad y los ingresos de guardias médicas, entre otros.
Respecto de la actualización, tanto de los montos que definen el llamado mínimo no imponible como de los valores de la tabla de alícuotas, el proyecto contempla un mecanismo de frecuencia anual y según la inflación interanual al mes de octubre. Ese punto de la propuesta es diferente a lo que se había planteado en el proyecto enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso en enero último (allí se incluían actualizaciones trimestrales, según un esquema que, de haberse aplicado, habría provocado que los $1.250.000 propuestos entonces como salario alcanzado por Ganancias para un soltero, se transformaran en $2.134.000 desde este mes de abril).
Quedó ratificado también que el cobro del impuesto no será retroactiva, sino que se comenzará a pagar desde que se aprueben los cambios.