El geólogo e investigador de la Universidad Nacional del Litoral Carlos Ramonell, forma parte de una investigación que anticipa cambios rotundos en el paisaje de la Laguna Setúbal de aquí a 10 años.
"Forma parte de la dinámica de nuestro gran Río Paraná, la Laguna Setúbal está alimentada principalmente por agua del Paraná que llega a ella a través del Arroyo Leyes, y no solo incorpora agua, sino sedimentos, que vienen canalizados a través de todo un sistema de causes, al llegar a la misma y expandirse el flujo, pierde velocidad el curso de agua y entonces se empieza a formar bancos" explicó el especialista.
La fase siguiente es que comienza "el proceso de sedimentación que luego se van a formar en islas cuando sean colonizados con vegetación, que muchas veces empiezan a crecer antes de que emerjan, pero en estas condiciones de bajante, se ven expuestos esos bancos de arena que constituyen el lecho de la parte norte de la laguna".
"Se pueden tomar previsiones, porque un cambio de este tipo, si bien va a impactar en la ciudad dentro de décadas, tiene consecuencias, no es lo mismo estar frente a un espejo de agua libre de muy baja velocidad que cuando esto sea reemplazado por un sistema de islas entre las que va a haber cursos de agua que tienen mayor acción erosiva" agregó Ramonell.
El cambio más drástico se dará frente a la zona conocida como Chaco Chico, "donde se dan los principales bancos, con poca vegetación, en 10 años se van a ver colonizados por una vegetación de Sauces bajos y posiblemente Alisos, similar a lo que se ve en la costanera, los bosques nativos en condicion de la bajante extraordinaria. Es un paisaje similar a ese".
Es por eso que en unos 10 años se espera "un paisaje de islas y bañados".
Sobre las causas que llevaron a esto, explicó que "en principio forma parte de la evolución natural que tiene el río, es un río de grandes dimensiones, el 10mo más grande del mundo, con muchos espacios vacíos, lagunares".