Al límite del reglamento, así juega Emiliano Martínez. Sus actuaciones memorables en cuanto a atacadas, eventualmente son acompañadas de un arsenal de maniobras que intentan sacar provecho de situaciones extradeportivas o emocionales. Y le suele dar rédito.
Este jueves, fue vital en la clasificación a semifinales de la Conference League del Aston Villa, su equipo, que venció en la tanda de penales por 4 a 3 ante el Lille de Francia, en ese país, después de perder por 2 a 1 en los 120 minutos reglamentarios.
De hecho, Dibu Martínez fue protagonista de la noche no solo por lo dos penales que atajó, sino también porque los hinchas franceses lo hostigaron permanentemente en toda su estadía en el país y específicamente en el estadio, recordando lógicamente la final del Mundial de Qatar.
El argentino parece no solo no haberse intimidado sino que hasta le sacó provecho, sirviéndole como motivación. Por ejemplo, cuando ganaba 1 a 0 en primer tiempo demoró excesivamente un saque de arco, bajo una intensa silbatina. El árbitro decidió amonestarlo por demorar.
En la tanda de penales, comenzó con sus juegos mentales y fue advertido, por la ley "Anti Dibu" que fue emitida el año pasado por la FIFA, que penaliza distracciones en la tanda de penales. Tras atajar el primero mandó a callar a los hinchas rivales y continuó haciendo gestos. Por todo eso, recibió la segunda tarjeta amarilla, pero no fue expulsado.
Sucede que el reglamento contempla, desde el 2021, que si un jugador es amonestado en el partido, no se computan las amarillas en la tanda, por ende pudo seguir atajando. De hecho, los hinchas franceses que para ese entonces ya le venía arrojando cosas, lanzaron una pelota para provocarlo a que reacciones y reciba la segunda amonestación, pero no tuvieron fortuna. De hecho, en la última definición Martínez volvió a tapar para darle el pase a semis al Aston Villa.