Con 20 minutos de Alexis Mac Allister entrando desde el banco, Liverpool venció 3-1 al Fulham, por la 34° jornada de Premier League en Craven Cottage. Los Reds lograron el triunfo que les permitió alcanzar en la cima al Arsenal, hasta ver cómo le va al Manchester City.
Liverpool, con la única esperanza ya de la Premier League, venció 1-3 al Fulham en un difícil partido y se mantiene en la persecución del Manchester City. Tras la eliminación en la Europa League ante Atalanta, los Reds volvieron a la Premier y se levantaron con un triunfo balsámico en el oeste de Londres que eleva la presión que tendrá el equipo de Pep Guardiola el jueves en Brighton.
Era un partido vital para el Liverpool después de lo acontecido el fin de semana pasado, cuando una derrota contra el Crystal Palace pareció acabar con sus oportunidades de título, pero las predicciones son efímeras y cambian de un día para otro.
Con un remate sublime de tiro libre de Trent Alexander-Arnold, el Liverpool logró derribar la barrera de Marco Silva y los suyos, que, pese al golazo, no se vinieron abajo y a base de insistir lograron, antes del descanso, el empate con un disparo de Lucas Castagne.
Harvey Elliott, en un esfuerzo defensivo, robó una pelota en tres cuartos y, sin tiempo que perder, se la dio a Gravenberch, que, desde la medialuna del área, miró al arco y la clavó al ángulo izquierdo del arquero. Un golazo para creer y que tuvo su sentencia a veinte minutos del final cuando Diogo Jota le ganó una carrera a Alex Iwobi y con un tiro cruzado hizo su primer tanto desde febrero, cuando sufrió una lesión de rodilla.
El triunfo permite al Liverpool igualar las 74 unidades del Arsenal en lo más alto de la tabla y sacar, con un partido más, un punto al Manchester City. La presión para los de Pep Guardiola puede ser aún mayor, porque el martes el Arsenal puede alejarse a cuatro puntos, si gana al Chelsea, mismo caso que el Liverpool, que visita al Everton el miércoles. El City no jugará hasta que vaya a Brighton el jueves.