Boca sufrió la mala noticia del desgarro del defensor Nicolás Figal durante el partido que empató por 1 a 1 frente a Fortaleza por la fase de grupos de la Copa Sudamericana, el cuál le impidió seguir jugando el segundo tiempo y lo obligará a estar fuera de las canchas por varias semanas.
Figal fue reemplazado en el entretiempo por Lautaro Di Lollo, después de haber pedido él el cambio, tras no poder recuperarse de un choque sufrido en el primer tiempo y no le permitió seguir por sus propios medios.
La preocupación del cuerpo técnico se materializó cuando, al día siguiente, Figal asistió al predio de Ezeiza para someterse a estudios médicos que confirmaron lo peor: un desgarro en el gemelo de la pierna izquierda. Esta lesión lo dejará fuera de las canchas al menos tres semanas, según informaron fuentes cercanas al cuerpo técnico de Diego Martínez.
El desgarro de Figal supone un problema significativo para Boca, ya que el defensor central es una pieza fundamental en el esquema táctico del equipo. Su ausencia se sentirá en al menos tres partidos cruciales: dos encuentros de la Liga Profesional ante Central Córdoba y Talleres, y en el decisivo partido del Grupo D de la Copa Sudamericana frente a Nacional Potosí.
Estos partidos no solo son vitales para las aspiraciones de Boca en ambos torneos, sino también una prueba de fuego para el resto del plantel, que deberá demostrar su capacidad para sobrellevar las adversidades sin una de sus principales figuras en la defensa.
El empate contra Fortaleza no solo tuvo implicaciones en la tabla de posiciones, sino que también dejó al descubierto la vulnerabilidad física de algunos jugadores.
Además de Figal, Cristian Medina también mostró signos de fatiga y problemas físicos, aunque su situación parece ser menos grave. La acumulación de partidos y la exigencia de las competencias están cobrando factura en el plantel de Boca, lo que genera preocupación en el cuerpo técnico y en los hinchas que ven cómo las lesiones pueden impactar negativamente en el rendimiento del equipo.