Colón, entre los jugadores que repatrió para afrontar el Torneo de la Primera Nacional, cerró la llegada de Nicolás Leguizamón, quien venía de un importante parate debido a una grave lesión de rodilla.
El atacante tenía otras importantes ofertas para emigrar, pero se decidió por volver a Colón para intentar llevarlo nuevamente al círculo privilegiado del fútbol argentino.
Sin embargo, Legui nunca consiguió ganarse un lugar en la consideración de Iván Delfino para ser titular, y solo sumó minutos llegando desde el banco de suplentes.
Marcó un gol de penal ante Patronato (4-0 en la primera rueda) y otro ante el CADU (en Zárate, en el inicio de la segunda rueda), para abrir el partido que luego terminó por ser derrota. Ese tanto parecía cambiar su suerte en el equipo, pero ocurrió todo lo contrario.
Ingresó en la parte final del partido ante Atlanta, pero luego Delfino optó por llevar a Isidro Casanova a Genaro Rossi, que solo tenía deos entrenamientos, y desplazar a Legui.
Por lo que pudo averiguar Diez en Deportes, esto generó un gran enojo del delantero, ya que en el último mercado de pases el DT lo convenció de que se quede, cuando tenía chances concretas e importantes para sumarse a Ferro y Estudiantes de Río Cuarto.
Desde que volvió al Sabalero, Legui jugó 12 partidos, ninguno como titular y anotó dos goles. Fueron 276 minutos en cancha, donde además recibió una amarilla.
Será muy difícil que Leguizamón se vuelva a ganar un lugar en la consideració de Delfino, que parece haberlo marginado totalmente tras el arribo de Rossi.