Este domingo 4 de agosto, Novak Djokovic ganó el único título que le faltaba en su carrera tras vencer 7-6 y 7-6 a Carlos Alcaraz en la final de los Juegos Olímpicos de París 2024. Con la medalla dorada que se colgó en la capital francesa, logró completar su palmarés, junto a los cuatro Grand Slam (de los que ganó 24, el máximo en la historia), la Copa Davies y el Másters. Esta es una marca que ninguno de sus dos máximos rivales consiguieron, ni Roger Federer (no ganó el oro olímpico) ni Rafael Nadal (no ganó el Masters).
Todo el esfuerzo que le significó levantar la presea dorada en la máxima cita olímpica (había fallado en los cuatro intentos anteriores) se tradujeron en la explosiva reacción que tuvo al ganar el último tie break del segundo set que le daba la victoria. Su cuerpo se rindió en el suelo de Roland Garros y no pudo controlar las lágrimas que se escapaban de sus ojos. A sus 37 años, después de todos los trofeos que levantó, no pudo evitar volver a llorar de alegría como un niño chiquito.
Pasado ese emocionante momento, ya un poco más compuesto, pero no del todo, llegó el turno de hablar ante la prensa. “Tres horas y dos sets, ha sido una lucha increíble. Cuando entró el último punto, fue el único momento en el que vi ganado el partido. Jugué mi mejor tenis. Estoy en shock. Puse mi alma, mi cuerpo, a mi familia para ganar el oro olímpico y por fin lo he conseguido”, fueron las primeras palabras del serbio tras consagrarse campeón olímpico.
A continuación, aún conmovido, le dedicó el título a su patria: “Sobre todo, esto es por mi país, jugué por Serbia. Y esto es muy especial. Eran mis quintos Juegos Olímpicos y mis cuartas semifinales. Esta vez no podía fallar y debía asegurar la medalla”, exclamó Nole.
En la misma sintonía, publicó un mensaje similar en sus redes sociales, donde compartió una foto suya con la presea colgando de su cuello y la leyenda: "Querida Serbia, lo logramos. Con amor, Nole". De este modo, Djokovic logró sacarse de encima la última espina que le quedaba en su extenso palmarés. Habiendo alcanzado la cifra de 99 títulos en total, quedó a cuatro de los 103 de Federer y a diez de los 109 de Jimmy Connors. Los supere o no, el serbio ya puede sentirse completo.