Sebastián Báez (20º) tuvo un alegre estreno en el Masters 1000 de Cincinnati. El mejor argentino de la clasificación ATP rescató dos puntos de partido ante Marcos Giron (45º) y se impuso por 6-4, 5-7 y 7-6 (6) después de dos horas y 33 minutos de juego.
En lo que fue el segundo enfrentamiento entre ellos, el pupilo de Sebastián Gutiérrez, de 23 años de edad, amargó nuevamente al experimentado estadounidense, de 31, que tuvo la clasificación al alcance de sus manos pero falló en los momentos decisivos y sumó su tercera derrota en fila.
El compromiso se fue armando con el correr de los games y pequeños detalles marcaron la gran diferencia. Báez comenzó delante en la pizarra, pero Giron corrió desde atrás y puso contra las cuerdas al albiceleste, llegando a sacar para match en el 5-4 de la tercera manga.
No obstante, Seba, que llegó esperanzado a la última sede preparatoria para el Abierto de los Estados Unidos, último Major de la temporada, sacó a relucir su ADN y con su característico espíritu de no tirar nunca la toalla quebró el servicio de su rival en el momento indicado y se repuso minutos después a un 4-6 en el tiebreak para dictaminar una victoria que rubrica su confianza.