Unión paga en el armado del plantel la demora en levantar la inhibición. Una situación que puede tener varias lecturas, pero le generó un problema para buscar incorporaciones. Al parecer, no había negociaciones cerradas ni mucho menos cuando se acordó el pago de la deuda con Gustavo Munúa, ya que nadie llegó. Solo apuestas.
Esto se debió porque los principales apuntados estaban fuera del país, por lo que el club tuvo solo un día para negociar e indefectiblemente el plazo expiró. Una paciencia de Cristian González que fue subiendo y ve como se acerca el 6 de septiembre y no llegó ninguno de los jugadores que pidió.
Lo extraño es que Unión en uno de los mercados más largos de la historia, no pudo cerrar a nadie, cuando equipos como Independiente y San Lorenzo, que deben al por mayor, ya los tenían y jugaron cuando resolvieron sus inhibiciones. Esto en el Tate no pasó.
Por lo que pudo saber Diez en Deportes, dentro de un fuerte hermetismo, porque ni rumores hay, las negociaciones son encaradas por el presidente Luis Spahn y el ayudante de Kily, Tomás Costa. Es quien hace de puente en la charla con los futbolistas.
El tema es que no se esperaban con un mercado interno tan complicado. Sobre todo en un campeonato donde pasaron ya 12 fechas y casi todos los planteles están formados. Entonces, si se busca un clase A habrá que poner un dinero que Unión no tiene. Habrá que ver si este fin de semana pueden prosperar algunas negociaciones, pero asoma un escenario complejo y con nombres de segundo orden para intentar potenciar lo que ya hay.