La derrota ante Palestino por 2-0 en Santiago, por la segunda fecha del Grupo E de la Copa Sudamericana, volvió a dejar a Unión sumido en dudas y preocupaciones. El traspié no solo complicó seriamente las chances de clasificación en el plano internacional, sino que reactivó un debate que parecía haberse enfriado tras algunos resultados positivos: ¿tiene futuro Cristian González al frente del equipo?
El golpe en Chile fue un retroceso que dolió, no solo por la manera en que se produjo —con una actuación deslucida, sin reacción y llena de errores—, sino porque cortó abruptamente el envión anímico que había generado la victoria en el debut ante Cruzeiro y el reciente triunfo frente a Central Córdoba por el Torneo Apertura. Lejos de consolidar una levantada, el equipo volvió a mostrar grietas que ponen en jaque al entrenador.
En la Copa Sudamericana, Unión quedó mal parado: con tres puntos, se ubica por debajo de Mushuc Runa (líder con seis) y de Palestino (que también suma tres, pero con mejor diferencia de gol). El próximo compromiso, en la altura de Ambato frente al conjunto ecuatoriano, será determinante para mantener con vida la ilusión de avanzar. Pero mientras tanto, la realidad en el torneo local es igual de desalentadora.
En el Torneo Apertura, el conjunto rojiblanco sigue anclado en los últimos puestos de la Zona A, con una campaña irregular y un rendimiento colectivo que no termina de convencer. La idea futbolística del Kily González no logra afianzarse, y el equipo transmite más dudas que certezas. Además, el pésimo registro como visitante —con solo un punto sumado de los últimos treinta en juego fuera del 15 de Abril— expone una fragilidad que se vuelve insostenible con el correr de los partidos.
Ante este escenario, crece la incertidumbre sobre el respaldo dirigencial. Luis Spahn, presidente de la institución, ha mantenido hasta ahora una postura de apoyo al cuerpo técnico, aunque puertas adentro ya hay voces que piden una evaluación seria del ciclo. El próximo duelo ante Defensa y Justicia, por la continuidad del Apertura, podría ser decisivo: otro paso en falso podría acelerar decisiones.
Unión está en un punto de quiebre. Entre la necesidad urgente de resultados, la presión de los hinchas y un plantel que no logra responder, el futuro del Kily pende de un hilo. ¿Será el próximo partido su última oportunidad? La respuesta, como casi todo en el fútbol, dependerá de lo que pase dentro de la cancha.