Cultura - Novedad discográfica

Miércoles 02 de Marzo de 2016 - 09:56 hs

John Scofield: La relajación sublime del jazz

El guitarrista da muestras de sus marcas de fábrica: un profundo vibrato, pureza en el fraseo y un notable empuje. Acompañado por el saxofonista Joe Lovano, el contrabajista Larry Grenadier y el baterista Bill Stewart, ratifica que el todo es aún más que la suma de las partes.

Actualizado: Martes 15 de Marzo de 2016 - 09:29 hs

John Scofield

En 1974, una banda en gira necesitaba un guitarrista. El líder del grupo conocía a Alan Dawson, profesor en la Escuela Berklee de Boston, por haber tocado con él en el cuarteto de Dave Brubeck, y le pidió consejo. El baterista le recomendó a un joven alumno de 23 años, que acabó siendo parte no solo del grupo de Gerry Mulligan sino de la histórica reunión del saxofonista con el trompetista Chet Baker, después de casi quince años de no hablarse, y de la grabación del encuentro en el Carnegie Hall. Era el primer trabajo de John Scofield y como repite una y otra vez, no podía creerlo.

Unos cuarenta años después y desde hace por lo menos tres décadas en el podio de los guitarristas más importantes del jazz de su época, Scofield acaba de publicar un nuevo disco. El título, Past Present, habla de una cierta mirada a su historia. El formato es, desde ya, un regreso a las fuentes. Después de haber tocado junto a Medeski, Martin & Wood, aquí nada podría estar más impregnado de modestia: el buen y viejo trío con el agregado de un saxo tenor. Ya la tapa parece una declaración de principios minimalistas: un recuadro blanco encuadrando una foto del guitarrista con expresión reconcentrada y su instrumento en brazos. Y la música, en efecto, carece de petulancia. Scofield se complace en ceder espacio a sus compañeros, en la exquisita interacción de sus acentos, de sus acordes.

Los cuatro muestran una relajación sublime. Los temas pertenecen todos al guitarrista y van desde el propulsivo “Slinky” con que comienza el disco, al asimétrico “Museum”, pasando por un bellísimo y atípico vals, “Hangover”, por el rhythm & blues de “Get Proud” o por “Season Creep”, un hermoso tema al borde de la balada. Pero en el jazz, ya se sabe, los nombres propios cuentan. Y los tres cómplices de Scofield son nada menos que el saxofonista Joe Lovano, el contrabajista Larry Grenadier y el baterista Bill Stewart. Eventualmente, no es un dato menor que tanto Lovano como Stewart ya habían estado junto a él en dos grandes discos de hace 25 años, Meant To Be y What We Do.

Miembro de la Billy CobhamGeorge Duke band, del grupo de Charles Mingus, del cuarteto de Gary Burton y del quinteto de Dave Liebman, Scofield tocó, entre 1982 y 1985, con el grupo de Miles Davis y con él grabó tres discos, Star People, You’re Under Arrest y el notable Decoy. Su trío con Steve Swallow y, en la batería, primero Adam Nussbaum y luego Stewart, su dúo con Pat Metheny (registrado en el disco I Can See Your Hose From Here), el cuarteto Bass Desires, con el contrabajista Marc Johnson, el guitarrista Bill Frisell y Peter Erskine en batería, son puntos altísimos de una carrera en que su sonido siempre más cercano al rock que al jazz, su profundo vibrato, la pureza de su fraseo y el empuje que es capaz de imprimir a los grupos donde toca, han quedado como marcas de fábrica.

En Past Present, editado por Impulse (y publicado localmente) Scofield está en su mejor forma. Su estilo sigue siendo inconfundible y allí sigue habiendo sorpresas. Lovano, con una seguridad pasmosa, entra y sale de los acordes, subdivide rítmicamente con gran riqueza y demuestra por qué sigue siendo uno de los mejores saxofonistas del momento. Grenadier, preciso en la marcación, soberbio en los solos y con un sonido de impactante presencia, resulta una pieza insustituible. Y Stewart funciona como lo wue indudablemente es, una continuación de Scofield por otros medios. Y es que un cuarto de siglo tocando juntos no pasa en vano. Y, de paso, se verifica una de las reglas del mejor jazz: el todo es aún más que la suma de las partes.

Fuente: Página 12