El lanzador nacional de satélites Tronador II se estima que será probado en julio/agosto de este año. Actualmente se encuentra en fase de desarrollo, Fernando Hisas, gerente de proyecto de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), explicó "ya hubo dos pruebas con una configuración más simple, ahora es una más importante, que consiste en dos etapas", la primera es llevar al vehíuclo hasta cierta altura necesaria y la segunda es completar el vuelo."
Hisas destacó que esta tecnología satelital aplicada es de gran ayuda para la gestión de emergencias como inundaciones, producción agrícola, salud, educación y otras, que será fortalecida al sumar dos aparatos, los Saocom 1A y 1B. Destacó "nos lleva muchos años y recursos... pero tenemos muchas pilas puesta en eso y estamos trabajando bien".
El prototipo del lanzador de satélites argentino despegará desde la localidad bonaerense de Pipinas, cercana a la Base Aeronaval Punta Indio, con un porte de unos 17 metros de largo y uno y medio de ancho, y miles de kilos en combustible para probar si el aparato alcanza la velocidad requerida cuando deba salir de la atmósfera terrestre con un aparato de unos 250 kilos.
Este satélite es más importante a cualquiera que ha sido lanzado con anterioridad: "todos los satélites fueron lanzados desde el exterior, nosotros queremos cerrar el ciclo, hacer todo", destacó Hisas.
Hisas expuso que "la clave del Tronador está relacionada con la arquitectura segmentada" que permitirá poner en el espacio una "constelación" de satélites de observación terrestre con diferentes instrumentos de acuerdo con las necesidades requeridas por los usuarios de datos.
El Plan Espacial Nacional, que abarca tanto la observación terrestre como el estudio del espacio, aporta datos a los productores para el relevamiento de superficies sembradas con los principales cultivos nacionales, y genera, a través del coloso SAC-D Aquarius, la primera imagen histórica de la salinidad oceánica global tomada a lo largo de nueve días con el instrumento aportado por la estadounidense NASA.
La información del SAC-D Aquarius "ha permitido involucrar y dar trabajo a cientos de científicos de todo el mundo, con el conocimiento que se tiene de que la salinidad está relacionada con el intercambio calórico entre el mar y la atmósfera y, por lo tanto, con el clima", reivindicó Hisas. Además informó el estado de los Saocom, los primeros satélites radar argentinos que construye la empresa rionegrina Invap, con lanzamiento previsto en 2017 -el 1A- y en 2018 -el 1B-.
En Invap y en el aledaño laboratorio de ensayos ya se prueba el Saocom en simulacros que reproducen las condiciones del ambiente espacial, aparentemente tranquilo aunque muy inhóspito y, por ejemplo, los rangos extremos entre menos y más de 100 grados de temperatura.
La información satelital y sus aplicaciones fueron expuestas por Laura Frulla y Sandra Torrusio, de la Conae, quienes dieron ejemplos del uso en emergencias, salud, educación y otros.
ARBA utiliza desde imágenes satelitales como fuente de información para la fiscalización de los impuestos provinciales, con detección de construcciones sin declarar, estimación de producción agrícola, ganadera y avícola intensiva, componiendo un mosaico con cartografía catastral de alta precisión.
La Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres utiliza imágenes satelitales para el relevamiento de superficie de los principales cultivos de Tucumán, como soja, maíz, citrus, trigo, garbanzo, papa y caña de azúcar, estimando la producción anual.
En tanto, se le consultó a Hisas sobre recorte de presupuestos por parte de la Nación a lo que respondió "En la CONAE no ha habido recortes, seguimos trabajando con el mismo presupuesto del año pasado", y agregó que a partir del segundo cuatrimestre 2015 se retrasaron pagos por lo que ahora están pagando las consecuencias.