El multipremiado cineasta iraní Abbas Kiarostami murió a los 76 años, según confirmó la agencia de noticias Isna (Irán). Había viajado a Francia para recibir un tratamiento luego de que su salud desmejorara mucho a causa de un cáncer gastrointestinal que le detectaron en marzo de este año. Sin embargo, hoy perdió la batalla.
Ganador de una Palma de Oro en el festival de Cannes por El sabor de las cerezas (1997), el cineasta supo ubicarse en el podio de los mejores autores del mundo.
Nació en 1940 en Teherán. Originalmente no había pensado en ser cineasta: estudió pintura en la Universidad de la capital iraní. Luego comenzó a trabajar como diseñador gráfico e incursionó como director de cortos publicitarios para la televisión iraní. Pronto descubrió que quería dedicar su vida al cine. En 1969 ingresó a Kanun (Centro para el desarrollo intelectual de niños y adultos jóvenes), donde tuvo la oportunidad de comenzar a hacer sus primeras películas. Allí identificó él mismo el germen de lo que vino después.
En 1969 se casó con Parvin Amir-Gholi, de quien se divorció en 1982. Juntos tuvieron dos hijos: Ahmad y Bahman.
Durante las dos décadas que estuvo trabajando en Kanun, la relevancia de sus films fueron en ascenso, aunque no fue confirmada hasta 1997, cuando llegó su séptima película, El sabor de las cerezas, la historia de un hombre que busca a alguien que lo ayude a suicidarse. Con este trabajo recibió el premio máximo del Festival de Cannes, la consagración.
Su carrera continuó alternando entre películas como el drama The wind will carry us, donde explotó su afición por filmar en autos, e ideas más alternativas como ABC Africa, que nació a partir de una invitación para filmar huérfanos en Uganda. También exploró el documental minimalista con Five (Dedicated to Ozu).
En los últimos años, Kiarostami encontró muy difícil filmar en Irán, con el ascenso del poder de Mahmoud Ahmadinejad. Sus dos películas siguientes, la exquisita Copia certificada y Like someone in love, fueron filmadas afuera, en Italia y Japón respectivamente. Ambas fueron estrenadas en Cannes y Copia Certificada le dio un premio a Juliette Binoche como mejor actriz.
Actuar, según Kiarostami
"Las actrices tenían que mirar a un papel blanco cerca de mi cámara. Les pedía que pensaran en una persona o en una relación del pasado o del presente, algo fuertemente emocional sobre el amor, y después que imaginaran su propia historia y mostraran la expresión que les provocaba. Lo interesante para mí era la unicidad y la coherencia de sus reacciones, que eran artificiales pero reales a la vez. Esa verdad de los sentimientos es muy difícil de alcanzar en cualquier otra forma de actuación, porque se relaciona con las memorias personales. Hay un poema de Hafez [poeta persa] que dice que el dolor del amor es constante, para cualquiera que lo sienta, pero también es único para cada persona".