La Casa Curutchet, obra del arquitecto suizo Le Corbusier (1887-1965) que está situada en 53 entre 1 y 2, fue proclamada hoy Patrimonio de la Humanidad por el Comité de la Unesco en el marco de un encuentro mantenido en la ciudad de Estambul (Turquía) donde se presentaron un total de 17 candidaturas.
La vivienda, única construcción realizada en la Argentina por Le Corbusier, fue realizada a pedido del médico Pedro Domingo Curutchet, quien eligió al célebre arquitecto suizo tras una intensa búsqueda entre diversos constructores argentinos.
Le Corbusier aceptó la propuesta pero dejó en claro que no viajaría a Argentina, por lo que designó a Amancio Williams a cargo de la dirección de la obra, quien tuvo gran influencia en el diseño final del proyecto que fue finalizado en 1955.
La candidatura de la célebre construcción ubicada en Avenida 53 Nº 320 entre 1 y 2 fue presentada no sólo por Argentina sino también por Bélgica, Francia, Alemania, Suiza, India y Japón.
El Comité de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, reunido en la metrópolis turca desde el pasado día 10, decidió acortar en tres días y cerrar hoy su encuentro tras el intento golpista de Turquía del pasado viernes.
La delegación argentina que acompañó la candidatura está integrada por el embajador ante la Unesco, Rodolfo Terragno; el secretario de Patrimonio Nacional del ministerio de Cultura de la Nación, Américo Castilla; Miguel Ángel Hildmann, en representación de la Cancillería; y los platenses Gladyz Pérez Ferrando (Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos); Claudio Catera y Paola Gezzi (Icomos Argentina); Julio Santana (Casa Curutchet); y Karina Cortina (Colegio de Arquitectos de la provincia de Buenos Aires).
La Unesco designó también en su lista de Patrimonio de la Humanidad al proyecto urbano Pampulha en Belo Horizonte (Brasil), al Museo Nacional de Tokio y al complejo del Capitolio en Chandigarh en India.
Para más tarde está previsto que se acepte la candidatura del archipiélago de Revillagigedo, al sur de California (Estados Unidos), presentada por México por su valor único como ecosistema y respaldada por los organismos asesores de la Unesco.
El viernes por la tarde ya habían sido aceptados los dólmenes de Antequera en la provincia española de Málaga, el complejo de la ciudad armenia medieval de Ani en el extremo noreste de Turquía, el conjunto histórico de Filipi en el noreste de Grecia y, a última hora, el complejo de las Cuevas de Gorham en la colonia de Gibraltar, presentada por el Reino Unido.
Estas cuevas figuran como patrimonio cultural, no natural, porque su valor reside en las trazas de su ocupación por el hombre Néandertal, que habitó esos lugares durante más de 125.000 años.