El miércoles pasado, a un día de conocer la triste noticia de la muerte de Carlos Gorostiza, el gran actor Patricio Contreras dialogó con Jorge Ricci y Luciano Lazazrini sobre el ejemplo ético y la gran obras que dejó el gran dramaturgo, en el programa "Radiorevista", que se emite todos los mièrcoles a las 23hs.
_ Patricio, ¿Te gustaría contarnos cómo lo conociste a Carlos Gorostiza. ¿Cómo nació tu relación artística?
_ Nos cruzamos y nos conocimos en Teatro Abierto (1981). En aquel momento de pasión, fervor y convicciones rozamos nuestras antenas. Por aquellos, días nos conocimos con Somigliana, Cossa, Alak, Gorostiza, Ricardo Monti, Pavlosky. Todos estábamos reunidos por la libertad y la democracia. Teatro abierto fue una gesta inolvidable. Años después, en 1994 tuve la fortuna de ser convocado para trabajar en “El patio de atrás”. Obra que había escrito y dirigía Gorostiza.
_ ¿Qué te seducía de aquella obra? ¿Qué experiencia te dejó aquel trabajo?
_La obra, como alguna vez la definió el catalán Luis Pascual, era un Beckett porteño. La obra contaba la historia de cuatro hermanos que vegetaban en un patio, con su resentimiento, siempre a la espera del hermano que se había liberado del lazo familiar. Esta metáfora teatral me resultó muy atractiva. Además, Gorostiza como director era encantador. Carlos sabía mucho de los trucos y los recursos del teatro. Recuerdo que él nos explicaba las escenas y nos revelaba su faceta de actor. Gorostiza ostentaba de sus recursos como actor para dirigirnos.
_ El elenco de “El Patrio de Atrás” era maravilloso. Leonor Manso, Carlos Carella y Cipe Linkovsky y usted eran los protagonistas de aquella memorable puesta.
_ Por fortuna, nos quedó un registro de video de aquella puesta. Esta obra nos hermanó. Desde aquel día, Carlos Carella y Cipe Linkovsky fueron mis hermanos mayores. También, me ocurrió algo similar con Leonor Manso. Era maravilloso verlo en escena al enorme Carlos Carella postrado en una silla jugando al solitario. Cada personaje intentaba con sus manías resolver la angustia de la existencia.
_ Me imagino que la despedida de Carlos Gorostiza en el Teatro Cervantes fue muy emotiva y alegre.
_ Fue como a él le hubiera gustado. Lo despedimos distendidos y alegres. Se fue un hombre probo, consecuente, con una gran ética. Gorostiza nos parecía eterno y seguramente, su obra ya alcanzó ese estado.