Tres hermanos subsisten en los márgenes de la infinita pampa, en un espacio violento, privado de todo. No conocen otra realidad, por tanto, “esto es así, nomás”. Pero alguien llegará, exponiéndolos al impacto de un choque cultural. Las contradicciones del discurso dominante, que incluye y excluye al mismo tiempo, desatarán la tragedia que aniquilará a los opuestos por igual.
Como nos cuenta Sergio Abbate, el director: Se propone, a partir del texto original, un sistema de lenguaje que permita –a través de una intervención- subrayar una lógica otra. La construcción de un sentido interpelador.
Así, se trabajó sobre la confrontación de dos discursos; el dominante, que “asume lo que dice, pero que tampoco es sólo lo que dice” y el del ámbito rural. A partir de esto la expresión de la metáfora espectacular cobra un sentido multiplicador, no se habla solo del modo en el que nos expresamos sino también que esta forma habilita lecturas sobre la realidad y sobre el protagonismo del hombre en la construcción de una cultura. Los seres a los que hace mención Binetti, expresan no sólo la oposición de dos mundos sino también la oposición de dos cosmovisiones: la del mundo urbano que considera al campo como un ámbito apacible donde sólo existe la prosperidad y la paz y la de este mundo rural en particular que ve con naturalidad lo más crudo de la naturaleza humana en su afán por la supervivencia.
La transposición del texto a la puesta en escena
El elenco se propuso hacer una investigación a partir de los elementos del bufón y del grotesco, ambos estilos de actuación que provocan en el actor un enorme despliegue físico y una exhaustiva búsqueda de elementos vocales que se amalgaman para la construcción de un imaginario salvaje que interpela al espectador.
Como nos cuenta, Soledad Almirón, una de las actrices “el trabajo comenzó con un pormenorizado estudio sobre los vocablos presentes en el texto y su significación. Los hermanos que nos tocan componer manejan un discurso simple y directo donde las imágenes representan lo real sin ningún tipo de elaboración intelectual”
Para Luciana Brunetti, “el choque cultural se hace presente desde el mismo instante en el que aparece la encuestadora del INDEC y somete a este grupo de hermanos a un interrogatorio donde se articulan expresiones incomprensibles para los personajes y absolutamente cognotativas para el espectador”.
Camilo Céspedes expresa, “la respuesta de ellos es instintiva, repentina e inesperada, tal como reaccionan los animales interpretando lo que se dice como un encadenamiento de sonidos inconexos que provocan en ellos la hilaridad, la sorpresa y algunas veces el espanto”.
“La referencia a un espacio prohibido “la pérdida” genera escozor en los hermanos porque la sola mención de esta palabra los arroja al abismo de un hecho terrible del pasado que generó no sólo la orfandad sino la pérdida de toda referencia con el afuera”, dice Alicia Galli, quien interpreta a Rebecca, la encuestadora.
Desde la propuesta, hay una elección estética: la de subrayar -en lo compositivo- los aspectos y la “condición animal” de los protagonistas, donde las acciones físicas y físico-verbales, patentizan el encuentro y la confrontación de dos mundos que conciben “la realidad” de un modo diametralmente opuesto.
Las acciones activas y pasivas generan entonces, entre los personajes, una lógica interna y específica de la noción de aislamiento y soledad y; a la vez una suspensión momentánea e inquietante: irrupción de lo extraño, lo que viene de afuera. Un espacio vacío que cuenta con muy pocos objetos patentiza la orfandad de esta familia de hermanos que han quedaron desde muy pequeños expuestos a un ambiente hostil. El instinto de supervivencia hace que sobrevivan.
El vestuario trabaja la superposición de texturas y materiales para lograr un efecto que remite a la tierra, a las entrañas del monte, al hábitat animal; en el caso de los tres hermanos. Para Rebecca el vestuario de constituye en una metáfora hiperbólica de la representación del estado a partir de los elementos que remiten a los símbolos y referentes de lo nacional.
Andrés Binetti, su autor, responde a la pregunta de cómo surge la idea de Llanto de perro:
“Yo soy criado en el campo, en un pueblo llamado Macachín, y siempre tuve una imagen muy fuerte de la violencia en el campo.
Por otro lado, siempre me causó gracia esa idea un poco porteña del campo y comentarios tipo allá podés dejar la bicicleta que no te la roban, como si fuera una gran virtud. En realidad, no te la roban porque otro no puede andar con tu bicicleta ya que vos la reconocerías. No me parece que sea un espacio tan tranquilo, creo que hay mucha violencia contenida y también explícita.
En Llanto…quise jugar un poco con esas ideas. Fue un trabajo en el que fuimos poco pretensiosos y quizás por eso funciona tan bien. A veces esto es muy difícil en cuanto uno trata de meter muchas cosas en una obra. Creo que con Llanto…encontramos una buena síntesis y muy interesante dentro del estilo que estábamos probando y jugando.
En la dramaturgia de esta obra, utilicé recursos en función de la actuación, potenciando las improvisaciones, que fueron dando carnadura a los personajes.”
El espacio escénico:
Para patentizar aún mas la soledad y el desamparo de estos seres, se propone un espacio vacío, donde los pocos elementos ruinosos que la pueblan, adquieren un carácter simbólico profundo. Esta suerte de “objetos personales” remiten a “juguetes” que los animales guardan para sí, por fascinación o por la carencia de lo que se añora.
La planta lumínica:
Diseñada por Mario Pascullo, crea climas de sordidez, a veces espectral, donde la luz y las sombras instauran un espacio que va construyendo en espiral, el espacio habitado.
El elenco está conformado por un destacado grupo de actores: Soledad Almirón, Luciana Brunetti, Camilo Céspedes y Alicia Galli. El diseño y la realización de vestuarios está a cargo de Osvaldo Pettinari, maquillaje y efectos especiales Lucía Savogín, diseño de luces Mario Pascullo, operación técnica Diego López, fotografía Martín Bayo y diseño de programas Pablo Tibalt. La dirección general y puesta en escena esta a cargo de Sergio Abbate.