“Con el nuevo motor tenemos mucha potencia a altas revoluciones y eso significa mucho ruido, y la sensación cuando ves el coche es mucho más ruidosa”, ha explicado.
Los motores de la próxima temporada seguirán siendo de 1.6 litros, pero el aumento del tamaño de la brida del turbo de 33 a 36 mm incrementará la potencia hasta los 380 cv aproximadamente, con lo que tendrán un sonido más agresivo.
Kris Meeke, Craig Breen y Stéphane Lefebvre han estado probando el C3 WRC del fabricante francés durante el año sabático de la marca antes de su regreso al WRC, Davesne ha dicho que han quedado impresionados.
“En cuanto a la facilidad de pilotarlos – las sensaciones de los pilotos - depende de la configuración de la carretera. Si el tramo es rápido, como en Finlandia, dijeron que es una evolución, pero no una revolución. En las carreteras reviradas el aumento de la potencia genera una mayor aceleración y la sensación a los pilotos de que es ‘otro mundo’”.
Aunque el equipo de Davesne se ha basado en la experiencia adquirida a partir del programa de Citroën en el WTCC (Campeonato del Mundo de Turismos), utilizan un motor similar al que monta el C-Elysée, el motor del C3 es nuevo y el banco de pruebas en la base de Versalles ha jugado un papel crucial en el desarrollo.
“Somos muy afortunados de tener una gran experiencia en pruebas del WRC, por lo que para cada problema que nos hemos encontrado en el pasado hemos desarrollado una solución y adaptado nuestro banco de pruebas para resolverlo. Así que ahora cuando se desarrolla un nuevo motor tenemos muchos procesos que utilizamos en el banco de pruebas para evitar cualquier problema que ya hemos sufrido en el pasado”.
“También tenemos la suerte de tener un muy buen banco de potencia que es capaz de simular las condiciones. Podemos ejecutar en el banco de pruebas un tramo de cualquier parte del mundo, excepto, quizás, Suecia. Pero por ejemplo de México, podemos simular la altitud con nuestro banco de potencia y es una gran ventaja”, ha agregado.