Un accidente estuvo al borde de convertirse en una tragedia en la Fórmula 1. El protagonista fue el joven piloto Kevin Magnussen. El hombre de la escudería Renault estuvo a segundos de quemarse vivo en el medio de una prueba.
Esto sucedió en el marco de la primera sesión de entrenamientos previos al Gran Premio de Malasia, que se lleva a cabo en la ciudad de Sepang. Los ensayos debieron suspenderse a raíz del incendio del monoplaza del deportista de 23 años.
Magnussen se vio obligado a entrar en boxes, en medio de una humareda que emanaba de su motor. Luego, ese humo se transformó en llamas y fue necesaria la rápida intervención de los bomberos. El piloto no sufrió ningún daño físico.