Sin siquiera cumplir la mayoría de edad, Juan Tomás Catalán Magni agigantó su figura en el autódromo "Roberto Mouras" de La Plata, donde se consagró campeón 2017 de TC Mouras luego de dominar la Copa Coronación de Oro Río Uruguay Seguros.
El hijo del "Pingüino" colocó otro nombre al lado del apellido entre los referentes del automovilismo nacional. Ya no es Julio César el único campeón, ahora Juan Tomás tiene una hoja en la historia del deporte nacional y sumó una nueva corona a Arrecifes: "cuna de campeones".
El cuarto puesto le bastó a Juanto para adueñarse de la corona que buscó desde su debut a principio de temporada. Y es que la última carrera del año quedó en poder de Gastón Rossi, quien avanzó con la firme intención de cerrar la temporada desde lo más alto del podio para la satisfacción del Dole Racing que se llevó las dos últimas victorias del automovilismo argentino (también festejó con Andy Jakos en TC Pista Mouras).
Elio Craparo volvió a deleitar a todos con una maniobra que le permitió superar, por afuera, a Juan Augusto Ronconi para terminar segundo con la Dodge del JMT Motorsport. Así, se aseguró el subcampeonato, aspirando al salto de categoría.
Se hicieron grandes. Tanto Juanto Catalán Magni como Elio Craparo se adueñaron de los dos primeros escalones del campeonato. Con sólo 17 años, estos chicos dieron cátedra, demostraron talento y la templanza que les permitió mantenerse como candidatos durante toda la temporada.
Ambos supieron destacarse desde el principio y fueron referentes de sus marcas con equipos que reflejaron una pasión familiar y con la certeza de estar escalando a paso firme en su carrera deportiva.
¿Futuro? Estos chicos supieron canalizar su escasa experiencia en el pasado y son el presente del semillero del automovilismo nacional. Claro que se vislumbran muchas más definiciones promisorias, pero hoy disfrutan de una definición que los tuvo como protagonistas y de un público que sigue aplaudiendo su talento.
Porque merece más que aplausos la temporada 2017. Merece el reconocimiento al sacrificio, a la dedicación, al esfuerzo pero sobre todo a la pasión que es el motor de todos nuestros campeones y de la ACTC