Con la llegada del frío y el cambio de estación es muy frecuente que comience la época de resfríos o alergias. Sin embargo, esta última es muy habitual durante los meses de marzo, abril, mayo y junio. Por eso, conocer cuáles son sus causas y posibles tratamientos es de gran ayuda para quienes la padecen.
Los "alérgenos" son moléculas ajenas al organismo que estimulan el sistema inmunológico de tal manera que generan anticuerpos especiales. Ante un nuevo contacto ambos se unen y generan una "lucha" interna que provoca la reacción alérgica.
Existen diferentes tipos y la forma en la que afecten al sistema inmunológico dependerá de la persona y de la época del año en la que aparezcan. Los más comunes en el periodo otoñal son los "inhalados" o "aeroalérgenos", más precisamente los ácaros y los hongos alternaria, cladosporium, penicillium y rhizopus.
Gustavo Marino, médico alergólogo, puntualiza que los síntomas se empiezan a ver cuando las condiciones del clima y del aseo dentro hogar cambian. "Las primeras manifestaciones suelen ser congestión nasal, conjuntivitis y en ocasiones problemas de asma. Esto se da porque las casas se empiezan a cerrar, hay más humedad dentro del ambiente", dijo.
Y es que una de las preguntas clásicas al momento de hacer un diagnóstico de alergia es si las señales físicas que manifiesta el cuerpo son estacionales o no. "Si lo son, estamos hablando de una alergia, porque el paciente mejora en el verano y empeora en el otoño y la primavera", aseguró.
Y agregó: "si tuviese reacciones todo el año, entonces uno tendría que pensar en otro diagnóstico. Igualmente esto tiene solución y los tratamientos suelen ser a base de vacunas que van incorporando aquello a lo que uno es alérgico de manera gradual. De esta forma uno termina teniendo tolerancia a aquello que en un principio le hacía mal".
4 claves para reducir la presencia de alérgenos en casa
Quienes padecen enfermedades alérgicas saben que lo más importante es mantener la limpieza del hogar. Como ya se explicó antes, muchas de las bacterias crecen y desarrollan en los distintos ambientes. A continuación algunas recomendaciones para aminorar los efectos negativos de los hongos y ácaros.
– Prender el aire acondicionado. El ácaro es como una gelatina, entonces al usar el split, el aire frío lo seca por completo. De esta manera se los mantiene más controlados y se evita su proliferación.
– No tener alfombras, peluches o cortinas que acumulen polvo.
– Limpiar "enérgicamente" la cama al menos una vez por semana.
– Airear todos los ambientes de la casa.