La semana pasada el jugador de River Plate, Leandro Vega, no pudo disputar el partido contra Independiente de Medellín por la Copa Libertadores de América debido a que se estaba recuperando de un cuadro de paperas
Y esta semana, en distintos lugares de Zona Norte, comenzaron a detectarse chicos con paperas o con síntomas similares que se encuentran en observación y esperando resultados de laboratorio. Y es que ante un caso conocido, comienzan a encenderse las alarmas. Más, si hablamos de chicos en edad escolar, en los que el contagio es mayor.
Fuentes cercanas al ministro de salud Jorge Lemus afirmaron a: "A nivel país no hay un brote de paperas. Sí, hay un aumento en algunas provincias pero esto es algo normal y vinculado a una cuestión estacional". Dejaron en claro que "no hay un cambio ni aumento de casos comparado con otros años".
La información que brinda la cartera nacional sanitaria en su página web, mediante la publicación del boletín integrado de vigilancia epidemiológica, da cuenta de 1682 casos de Parotiditis en lo que va de este año. Y que en 2016 los casos sumaron 3751.
De acuerdo con los datos nacionales, después de la introducción en 1998 de la vacuna triple viral –que protege contra las paperas, sarampión y rubéola–, hubo una fuerte caída de los casos de la enfermedad, que redujo la tasa de incidencia en el país en un 90 por ciento.
Pero en 2015 se registró un significativo incremento de los casos (aumentaron de 3089 en 2014 a 5483), en especial en la región centro, que incluyó a Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires.
Parotiditis no es igual a paperas
Hay que aclarar, que todos estos casos de Parotiditis no significa que sean efectivamente paperas. "La parotiditis es la inflamación de la parótidas, de la glándula salival, ubicada debajo de la oreja. Se puede tener parotiditis por un virus que no sea de papera", explicó el doctor Gabriel Baño, especialista en vacunas del Centro de Salud Stamboulián.
"Con una ecografía se observa si el ganglio está inflamado y hay una parotiditis en proceso. Y recién mediante un análisis de sangre se va a detallar que sea o no un virus por papera", agregó el experto.
Según acotaron en el Ministerio de Salud, los casos se dan en grupos reducidos de jóvenes en distintas partes del país pero todavía no se puede considerar que haya un brote.
La papera es una enfermedad de origen viral. Se transmite de persona a persona a través de las secreciones que elimina una persona enferma al hablar, toser o estornudar o bien por contacto directo con cualquier objeto contaminado con estas mismas secreciones.
El período de incubación se puede extender de 12 a 25 días. Y el período de contagio es de 9 días.
Los principales síntomas son:
– Hinchazón facial: es el síntoma más notable. Provocado por la hinchazón de las glándulas salivales. Ésta puede ser muy dolorosa y a veces es el único síntoma.
– Fiebre
– Dolor de cabeza
– Dolor en los músculos
– Cansancio
– Falta de apetito
En casos graves, las paperas pueden afectar los testículos y ovarios. Estos casos se pueden manifestar con alguno de los siguientes síntomas: somnolencia, dolor de cabeza intenso, dolor abdominal, vómitos, dolor en testículos y escroto. Estos son síntomas de afección grave por lo que frente a su presencia debe consultar en un centro de salud.
¿A quiénes afecta?
Afecta principalmente a niños entre los 2 y 12 años que no fueron vacunados contra la enfermedad. Sin embargo, la infección puede ocurrir a cualquier edad. En los adultos puede ser más seria y traer otras complicaciones.
¿Cómo puede prevenirse?
Con vacunación. La vacuna antiparotídica se encuentra incluida en la vacuna Triple Viral (SRP: sarampión, paperas y rubéola). El Calendario Nacional de Vacunación recomienda aplicar la primera dosis al año de vida y un refuerzo al ingreso escolar.
Además se pueden tomar otras medidas como:
– Lavarse bien las manos con agua y jabón.
– No compartir cubiertos a la hora de comer.
– Limpiar las superficies que se tocan con frecuencias con agua y jabón (picaportes, juguetes, mesas).
¿Cuál es el tratamiento?
Una vez contagiado, no hay un tratamiento específico. Es importante acudir al médico inmediatamente si se cree estar en presencia de la enfermedad.
El tratamiento suele ser paliativo para calmar los síntomas con medidas como:
– Beber abundante cantidad de líquido para mantenerse hidratado.
– Consumir alimentos blandos que no requieran mucha masticación.
– Evitar los alimentos ácidos o los alimentos que hagan que la boca segregue saliva, como los cítricos.