Cuando finaliza un episodio de Orphan Black, indefectiblemente surge un interrogante: ¿cómo Tatiana Maslany hace todo lo que hace? La actriz le pone el cuerpo a más de nueve clones en el drama de Graeme Manson y John Fawcett y no sólo subraya los rasgos más notorios de los personajes sino que también sabe cómo escarbar en las sutilezas, en la bifurcación de un clon con otro, en los pormenores de la complejidad femenina.
Así, la serie puede presentar marcados desniveles narrativos, pero hay una certeza que nunca se ve afectada: uno se olvida de que está viendo a la misma actriz interpretando roles tan diversos. Maslany, ganadora del Emmy por su revelador trabajo, regresa este domingo en la quinta temporada de Orphan Black y en esta nota recordamos cinco escenas que fueron enaltecidas por su presencia.
*1. HELENA SALVA A SARAH
La relación entre Sarah y Helena Manning es una de las más fascinantes de Orphan Black. De un lado de la vereda tenemos a la joven rebelde que (a su pesar) se convierte en líder, en la más temeraria de las "hermanas" a la hora de indagar en su pasado y en improvisar maniobras para eludir el peligro. Del otro lado, se encuentra su gemela, ese "ángel enojado" llamado Helena, quien fue criada en Ucrania sin el monitoreo que padecen los otros clones y quien creció despreciando a las demás al punto de querer (y en tres casos lograr) asesinarlas.
Luego de que en el final de la primera temporada Sarah creyera haber eliminado a Helena del panorama, ella regresa de la manera más contundente posible en el episodio "Governed as It Were by Chance": rescatando a su hermana de una situación de vida o muerte y buscando un abrazo que se convertiría en símbolo de esa compleja relación en la que ambas se necesitan más de que lo aparentan.
*2. LA MUERTE DE BETH
Uno de los momentos más brillantes de Maslany en la serie es ese fugaz encuentro primigenio entre Sarah y Elizabeth Childs en la estación de tren, punto neurálgico del episodio piloto. Ambos clones se miran, pero sus ojos denotan dos escenarios contrapuestos: mientras que Sarah vive sin noción de su naturaleza, Beth está a punto de suicidarse por saber demasiado. Así, de modo fortuito, la protagonista comienza a ahondar en la identidad de esa mujer que quiso morir porque ya no podía enfrentarse al enemigo. Sin embargo, es en la cuarta temporada de la serie en la que - mediante un poderoso capítulo - podemos comprender cabalmente cuán sola se encontraba Beth y cuán arduo luchaba contra sus propios demonios.
En una secuencia onírica, Sarah se comunica con ella, se pone en sus zapatos y dialoga con su clon en una viñeta tan melancólica como oscura. "Yo me dejé consumir por esto, me maté porque no podía entenderlo, pero vos estás empezando a hacerlo", le asegura Beth a Sarah, para luego ingresar a esa estación en la que le puso fin a su vida.
*3. RACHEL SE REENCUENTRA CON SU PADRE
Una científica avasallante. Una típica madre suburbana. Una asesina a sangre fría. Una vivaz manicura. Maslany personifica a clones de lo más variados y logra darles una impronta indiscutible, ya sea a través de su forma de caminar como de gesticular. Sin embargo, la propia actriz reconoció que la mujer más fascinante que le tocó interpretar es Rachel Duncan. Criada originalmente por Ethan (Andrew Gillies) y Susan (Rosemary Dunsmore) y posteriormente aprehendida por el instituto Dyad con el fin de ser moldeada para la organización científica Neolution, este "pro-clone" que creció consciente de su naturaleza se convirtió en la villana imprescindible de Orphan Black.
Maslany interpreta a Rachel con una frialdad imperante que se atenúa cuando su personaje se conecta con sus raíces. Por lo tanto, en ese instante en el que Rachel se reencuentra con su padre y le corre el velo a las razones por las cuales fue alejada de su lado, la actriz demuestra su capacidad para hacernos sentir empatía por el clon menos pensado, empatía que se disipa cuando Rachel anula el sentimentalismo para saciar su deseo de venganza.
*4. ALISON Y UNA INTERVENCIÓN CON MALOS RESULTADOS
Si hay algo que Orphan Black sabe sortear con astucia es el estereotipo. Si bien los clones pueden ser identificables por dos o tres rasgos "de manual", a medida que avanzan las temporadas se van dejando entrever nuevas aristas, debilidades, miedos y bagajes. El ejemplo más claro de ésto es lo que sucede con la encantadora Alison Hendrix, una "típica" madre y esposa de tranquila vida en los suburbios con pasión por las manualidades y la actividad física.
Por lo tanto, cuando Sarah irrumpe en su vida y le exige involucrarse con el resto de los clones, Alison se desmorona por las presiones de su nueva y peculiar familia. Maslany vuelve a destacarse en una hilarante escena en la que esa "soccer mom" es objeto de una intervención por sus problemas con el alcohol a la que responde como sólo ella sabe hacerlo: con la mezcla justa de malicia y verborragia, y siempre con Felix Dawkins (Jordan Gavaris) protegiéndola.
*5. UN CLON SE HACE PASAR POR OTRO (Y VICEVERSA)
Todo seguidor de Orphan Black sabe que los momentos más ricos para analizar son aquellos en los que un clon se hace pasar por otro en circunstancias apremiantes. Como caso paradigmático de ese proceder nos encontramos con el brillante y shakespeariano capítulo "Variations Under Domestication" de la primera temporada, en el que Sarah rescata a Alison de un inminente declive.
La muchacha punk se pone al hombro la compleja tarea de ser esa madre suburbana por una tarde, organizando una reunión, cuidando de los niños y maniobrando con sus propios conflictos. En esencia: Sarah experimenta la vida de Alison en todas sus dimensiones. El resultado es un episodio de enredos magistralmente dirigido por John Fawcett en el que Maslany interpreta a un clon emulando ser otro con su preciso ojo para los detalles y su inconmensurable pasión por esas criaturas.