Los años pasaron y Giorgio Cantarini ya es todo un hombre. Hablamos del nene cuyo personaje sobrevivía a todos los horrores en la película La vida es bella, ganadora del Oscar a mejor filme extranjero en 1998.
Tiene 25 años y sigue trabajando como actor. Cuando se hizo famoso mundialmente, tenía solo 5.
En la película, Giorgio interpretaba al pequeño Giosue, que era trasladado junto con su padre, Guido Orefice (Roberto Benigni), a un campo de concentración nazi. Ahí, el papá usa su imaginación para proteger al nene y hacerle creer que todo lo que vivían era parte de un juego. Giosue logra sobrevivir al horror.
Hoy Giorgio está grande y muestra su vida en Instagram.
Después de participar en La vida es bella, Giorgio también actuó en otra película que ganó un Oscar: Gladiador. Más tarde llegaron otros proyectos, tanto en cine como en teatro. Pero no hay dudas de que su carrera quedó marcada por el primer filme en el que trabajó.