El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva afirmó el martes ante miles de seguidores en Porto Alegre que sólo "la muerte" lo apartará del combate político, en vísperas de un juicio por corrupción que amenaza su participación en las elecciones de octubre.
"Sólo una cosa me sacará de las calles de este país, y será el día de mi muerte. Hasta ese momento lucharé por una sociedad más justa. Cualquiera sea el resultado del juicio, seguiré luchando por la dignidad del pueblo", proclamó el ex mandatario de izquierda (2003-2010).
"Lula, guerrero del pueblo brasilero", gritó la multitud vestida de rojo cuando el exlíder sindical, de 72 años, tomó la palabra en el palco, junto a la expresidenta Dilma Rousseff (2011- 2016) y a los principales dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT).
"No voy a hablar hoy aquí de mi proceso ni de la justicia, porque tengo abogados competentes que ya probaron mi inocencia (...). Vengo aquí a hablar de Brasil", afirmó al defender su candidatura para los comicios presidenciales de octubre, en los que parte como favorito según todas las encuestas.
Ademir Brandino, un maestro de una zona indígena, recorrió 600 km junto a miembros de la etnia kaingang para participar en el acto.
"Lula nos apoyó con varios proyectos dentro de la aldea. Abrió escuelas, abrió espacio para los indígenas en las universidades. Hoy se están cerrando las puertas", explicó Brandino, de 38 años, a la AFP.
"La tranquilidad de los inocentes"
"Tengo la tranquilidad de los inocentes, de los que no cometieron ningún crimen. ¿Ellos tienen miedo de que regrese? Tienen miedo por las cosas buenas que hicimos", manifestó.
Lula fue condenado en julio a 9 años y medio de cárcel por corrupción y lavado de dinero en el marco de la Operación "Lava Jato", que investiga una red de sobornos en Petrobras, pero recurre esa sentencia en libertad.
El miércoles será un día crucial para el futuro político de este ícono latinoamericano y para la mayor economía del continente.
Si el Tribunal Regional Federal 4 (TRF4) confirma la condena, Lula podría ver su candidatura rechazada por la justicia electoral y hasta ser encarcelado una vez que haya agotado todos los recursos.
Ante el temor de enfrentamientos por las convocatorias a actos a favor y en contra de Lula, las autoridades de Porto Alegre montaron un dispositivo especial de seguridad. El tribunal, lindante con un río, será protegido con apoyo de barcos y helicópteros y un bloqueo perimetral terrestre, aéreo y fluvial.
Lula seguirá desde Sao Paulo el debate judicial.