Los científicos del Programa Nacional de Toxicología de Estados Unidos aseguran que no existen evidencias científicas que respalden una relación causa-efecto entre el cáncer y la radiación por radiofrecuencia emitida por nuestros teléfonos móviles.
El experimento fue realizado por encargo de la FDA (la agencia que se encarga de la regulación de los alimentos y los medicamentos), y consiste en exponer a un número elevado de ratas y ratones de ambos sexos a la misma radiación por radiofrecuencia que emiten nuestros smartphones cuando nos conectamos utilizando las tecnologías 2G y 3G. Los animales fueron “bañados” en esta forma de radiación durante nueve horas al día, sin descanso, por un período de dos años.
¿La conclusión? Ni siquiera en estas circunstancias tan agresivas y excepcionales los científicos detectar evidencias que relacionen la aparición de determinadas formas de cáncer con la exposición a la radiación por radiofrecuencia. Al parecer, algunas ratas macho en particular, y no las ratas hembra ni los ratones, sí se vieron afectadas por determinados tumores, pero su incidencia no fue lo suficientemente importante como para establecer una relación causa-efecto.