El asesinato a balazos de una concejal de izquierda de Río de Janeiro conmociona desde este miércoles a Brasil y genera la movilización de partidos y organizaciones sociales, que convocan marchas para este jueves.
Marielle Franco, de 38 años, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), fue abatida a bordo de un vehículo en el centro de la ciudad, junto al conductor, cuando regresaba de un acto de "empoderamiento de mujeres negras". Otra pasajera sobrevivió al ataque. Según las primeras pesquisas, los disparos fueron efectuados desde otro automóvil.
Franco denunció en las últimas semanas un incremento de la violencia policial en las favelas y se opuso a la intervención militar del área de la seguridad de Río, decretada por el presidente Michel Temer para tratar de contener una escalada de violencia que no para de crecer desde el fin de los Juegos Olímpicos de 2016.
No obstante, el PSOL y sus allegados dijeron que la dirigente no había dado parte de ningún tipo de amenazas en los últimos tiempos. En las redes sociales, se multiplicaban los llamamientos para organizar manifestaciones frente a la Asamblea Legislativa de Rio (Alerj) y en otros puntos de la ciudad. También se organizaban protestas en Sao Paulo y Belo Horizonte.
Franco había entrado en la Cámara Municipal de Rio en las elecciones de 2016, como quinta concejala más votada, con 46.000 apoyos. Las elecciones locales de ese año estuvieron marcadas por unos veinte asesinatos de candidatos a alcaldes o concejales en Rio, aparentemente ligados a la presencia de milicias parapoliciales y de bandas de narcotraficantes que se disputan el control de las favelas donde viven cerca de 1,5 millones de personas.