El papa Francisco designó como nuncio apostólico en la Argentina al arzobispo congoleño León Kalenga Badikebele, de 61 años.
La decisión del santo Padre fue dada a conocer este sábado por el encargado de negocios de la nunciatura, monseñor Vincenzo Turturro, a través de la agencia AICA.
Si bien se desconoce aún la fecha de la llegada del nuevo nuncio a la Argentina, se estima que será en breve ya que en septiembre de 2017 el anterior nuncio, monseñor Emil Paul Tscherrig, fue designado nuncio apostólico en Italia y en diciembre se despidió del país.
Desde ese momento la representación pontificia está cargo de monseñor Turturro.
Sobre León Kalenga Badikebele
Nació en Kamina, República Democrática del Congo, el 17 de julio de 1956. Fue ordenado sacerdote el 5 de septiembre de 1982 e incardinado en la diócesis congoleña de Leubo.
Tras obtener el título académico de doctor en Derecho Canónico, ingresó en el servicio diplomático de la Santa Sede el 27 de febrero de 1990.
Prestó servicios en las representaciones pontificias de Haití, Guatemala, Zambia, Brasil, Egipto, Zimbabue y Japón. El 1 de marzo de 2008 fue designado nuncio apostólico en Ghana. El 22 de febrero de 2013 fue trasladado a la nunciatura en El Salvador y el 13 de abril del mismo año en Belice, con residencia en El Salvador. Monseñor Kalenga habla francés (lengua oficial de su país), inglés, italiano y español. Kalenga Badikebele será el 13º nuncio apostólico en la Argentina, desde que en 1916 el país tiene plenas y normales relaciones con la Santa Sede, y será el cuarto del siglo XXI.
Doble misión del Nuncio Apostólico
El Nuncio Apostólico tiene, de ordinario, una función intra eclesial y una función diplomática. La función eclesial consiste: 1) en informar, de modo estable y objetivo, a la Santa Sede sobre las condiciones de las comunidades a las que haya sido enviado, y sobre cuanto pueda tener un reflejo en la vida de la Iglesia y en el bien de las almas; 2) en ayudar, aconsejar y colaborar con las conferencias episcopales y con cada uno de los obispos del territorio que le ha sido confiado, respetando naturalmente el ejercicio de la jurisdicción que le es propia a cada obispo.
La función diplomática tiene por objeto promover y favorecer las relaciones entre la Santa Sede y el Estado ante el que ha sido acreditado. En la Argentina el Nuncio desempeña a la vez, de acuerdo con la convención de Viena, la función de Decano del Cuerpo Diplomático.