Además de dar la hora, el Apple Watch, el reloj inteligente de Apple, es capaz de responder las llamadas de tu teléfono móvil, de llevar un seguimiento de tu ejercicio físico... e incluso de salvarte la vida. Así lo ha demostrado recientemente el estadounidense William Monzidelis, quien ha dado a conocer que una anomalía detectada por su reloj fue determinante para descubrir una úlcera perforada que estuvo a punto de costarle la vida.
En declaraciones al canal de televisión NBC, el joven explica que decidió ir al baño durante su jornada laboral para refrescarse puesto que comenzó a sentirse mareado. Sin embargo, al llegar al baño comenzó a sangrar por la boca. Acto seguido, el reloj inteligente comenzó a enviarle alertas que le advertían que su ritmo cardíaco estaba en un nivel alarmante, por lo que necesitaba asistencia sanitaria.
Perdió hasta un 80% de tu sangre
Tras recibir la alerta del reloj inteligente, Monzidelis avisó a su madre de lo que estaba sucediendo y juntos se dirigieron al hospital. Durante el trayecto, el hombre comenzó a sangrar mucho más, tanto por la boca, hasta tal punto de que llegó a perder el 80% de toda su sangre antes de acceder al hospital.
Cuando llegó al centro, los médicos detectaron que el joven tenía una úlcera perforada. Por esa misma razón, optaron por hacerle varias transfusiones y le operarle de urgencia para salvar su vida. Tras la operación, los médicos que le atendieron explicaron que el aviso del reloj fue determinante para salvar la vida del joven, quien reconoce que se hubiera quedado trabajando en la oficina de no ser por la alerta del Apple Watch.
Así monitoriza las pulsaciones el Apple Watch
El 9 de septiembre de 2014, el director ejecutivo de Apple Tim Cook presentaba en sociedad el primer Apple Watch. Desde entonces, la compañía ha lanzado tres versiones de este reloj inteligente que es capaz de interactuar Siri, controlar tu Apple TV o monitorizar las pulsaciones del usuario, entre otras.
Para monitorizar las pulsaciones del usuario, el Apple Watch se apoya en los sensores del propio reloj incorporados en su parte trasera. Tras tomar las medidas necesarias, en base a la experiencia de uso del usuario, el reloj inteligente determina si sus pulsaciones entran dentro de los parámetros normales o no.