El joven de 17 años que, vestido con una remera con la leyenda "nacido para matar", asesinó a varios de sus compañeros en una escuela de Texas enfrentará cargos criminales por homicidio y podría ser condenado a muerte por la aplicación de la pena capital, vigente en ese distrito de Estados Unidos.
Dimitrios Pagourtzis, a quien sus amigos describen como una persona callada y tranquila, le dijo a los investigadores que le perdonó la vida a los estudiantes que le agradaban para que cuenten su historia y aseguró que actuó solo, reveló el juez que lleva la causa, Mark Henry, citado por la cadena de noticias CNN.
El magistrado agregó que el presunto atacante está detenido desde ayer la cárcel del condado de Galverston, sin derecho a fianza, acusado de asesinato capital y asalto agravado a un servidor público.
La última masacre con armas en Estados Unidos, la número 22 en lo que va del 2018, tomó por sorpresa a alumnos y autoridades del pueblo semirural de Santa Fe, que aseguraron que el perfil del atacante no hacía suponer que pudiera cometer un acto de violencia.
Sin señales de advertencia
"No hubo señales de advertencia", aseguró el gobernador de Texas, Greg Abbott, quien sostuvo que las señales "eran imperceptibles" y que en su historial no hay arrestos, ni antecedentes penales. "Su lista es bastante limpia", afirmó.
Si bien algunos compañeros contaron ayer que Pagourtzis era acosado, los testimonios que brindaron personas más cercanas lo señalan como un estudiante de cuadro de honor y que era elogiado por su trabajo defensivo en el equipo de fútbol americano del colegio, según el diario The Washington Post.
Juliette Rachele, de 17 años, cuyo novio era amigo del atacante, dijo que era una persona divertida, aunque tímido fuera de su grupo de amigos.