El Rally Dakar buscará abaratar los costos de los pilotos argentinos que corran la próxima edición, que sólo se desarrollará en Perú, y sus organizadores pelearán "como locos" para volver a Argentina en 2020, anunció el director de la competencia, el francés Etienne Lavigne, durante una entrevista exclusiva.
Lavigne llegó a Buenos Aires el fin de semana para reunirse con pilotos argentinos y transmitirles que la organización está pensando mecanismos para facilitar su participación en el Dakar 2019, que por primera vez en sus 40 años de historia se correrá en un solo país, tras la deserciones Chile en 2016 y de Bolivia y Argentina este año.
"Es súper importante para mí venir a la Argentina. Es un poco el país del nacimiento del Dakar sudamericano y por eso mantener el contacto con pilotos y copilotos me parece una prioridad muy importante. Necesitamos estar aquí, hacer una presentación del recorrido del Dakar 2019 y, sobre todo, hablar del contexto del rally aquí", dijo el francés.
Al Rally Dakar le "falta mucho sin la Argentina, sin su público y todo el contexto argentino que se perderá a corto plazo", agregó Lavigne, recién llegado desde Chile y listo para partir a Perú a reunirse con más corredores.
Mientras tanto, explicó que buscará "acuerdos" con David Elí (representante de la organizadora ASO en la Argentina) para encontrar "una solución económica interesante para los pilotos argentinos" que viajen a Perú.
En ese marco, su visita también sirvió para hacer una larga presentación sobre el rally Ruta 40, competencia del Dakar Series, y sobre cómo aumentar la difusión mediática internacional y facilitar la participación de los pilotos argentinos.
Según Lavigne, la organización necesita mantener viva la llama del Dakar en los medios, porque "sin difusión los pilotos no pueden recuperar dinero de los patrocinadores. Si la mantenemos a nivel nacional, aquí en Buenos Aires, Córdoba, San Juan, Salta, Mendoza, con una buena cobertura digital y cotidiana, ellos pueden ir a competir".
Otra de las opciones en estudio es conformar "una cadena de transporte" entre Buenos Aires, Córdoba, Santiago de Chile y Lima, para ayudar a los pilotos con el envío de las motos y los cuatris y "así bajar el costo global".
"Nuestra idea es facilitar las inscripciones de los argentinos", recalcó el director del Dakar, quien recordó que la Argentina es la segunda nacionalidad del rally Dakar sudamericano.
El ADN argentino con el que se fue forjando el Dakar desde que adoptó Sudamérica en 2009, tras dejar su África natal por amenazas terroristas, hace que la ASO no se resigne a perder a nuestro país y busque alternativas para volver.
"Vamos a pelear como locos para volver aquí. Pero sin un deseo común es imposible que se den las cosas, aquí como en todos los países. Necesitamos saber si podemos imaginar un futuro a corto plazo en la Argentina, aunque podemos entender muy bien que hay un contexto económico difícil", reconoció.
Lavigne también abrió la puerta a los futuros países anfitriones para buscar soluciones y su respuesta fue esperanzadora cuando Télam le preguntó si la organización estaría dispuesta a reducir los aportes nacionales que demandó hasta ahora la realización de la competencia.
"Siempre hay soluciones, se pueden buscar otras opciones del negocio del Dakar aquí y en otros países, podemos imaginar cosas, tenemos que estar en una postura abierta para imaginarlas", dijo.
Los países que quieren acoger al Dakar deben pagar a la organización un derecho, que varía según las alternativas de la competencia en su territorio (largada, llegada, día de descanso, país de paso, logística, seguridad y aduanas).
Según Lavigne, esa participación financiera de los países evitó el impacto del traslado del rally en los gastos de los competidores y "fue un éxito" porque competir en América del Sur resultaba al mismo precio que hacerlo en África, que está a tres horas de vuelo de París, y con un barco de otras tres horas entre España y Marruecos.
El gasto total de la caravana Dakar hacia África estimado por la ASO es de 300.000 euros, frente a los tres millones que insume el traslado en barco y avión hasta Sudamérica.
"Imaginamos una contribución financiera de los países porque el nivel de contribución de los patrocinadores es incomparable con el de Europa. Aquí, es mucho menor" y encontrar un sponsor de tres o cuatro millones de euros para un evento de este tipo "es compatible allí pero imposible aquí" en la región, explicó.
A su vez, ratificó a Télam el interés y las conversaciones que mantiene la ASO con países como Argelia y Egipto, aunque es indudable el interés de la organización por correr en los países que adoptaron el rally en 2009.
"La idea es tener un proyecto 2020 con Argentina, Chile, Perú, y otros países. Tocar la puerta de los responsables políticos antes de fin de año para saber si hay o no un interés para ese evento", concluyó Lavigne.