Dos enviados del papa Francisco finalizaron este martes su misión en Chile con un llamado a hacer justicia con las víctimas de abusos sexuales, en momentos que se conoce que otros cuatro sacerdotes chilenos fueron suspendidos por pederastia.
El arzobispo de Malta, Charles Scicluna, y monseñor Jordi Bertomeu, cerraron este martes una nueva misión de una semana a Chile con un llamado a hacer justicia con las víctimas y anunciando la creación de un sistema de "escuchas" para recibir nuevas denuncias.
"Investigar es un deber de justicia; necesitamos hacer justicia con las víctimas por el bien del país y también de la Iglesia", dijo Scicluna en una última rueda de prensa en Chile.
El sacerdote dijo también que "reconocer y admitir la verdad completa, con todas sus dolosas repercusiones y consecuencias, es el punto de partida para una curación auténtica, tanto para las víctima como el autor de los abusos".
En medio de una fuerte crisis de la Iglesia chilena ante una ola de denuncias de abuso sexual, el papa Francisco envió a Chile a Scicluna y Bertomeu, por segunda vez en cuatro meses, para escuchar nuevos testimonios de víctimas de abusos e intentar reconciliar a la dividida diócesis de la ciudad de Osorno, fuertemente dividida tras la designación en 2015 de un obispo acusado de encubridor.
Ambos enviados estuvieron el fin de semana en Osorno, a unos 900 km al sur de Santiago, donde el domingo pidieron perdón de parte del papa Francisco a los fieles, enfrentados desde hace tres años por la figura del obispo Juan Barros.
El lunes de la semana pasada, antes de que se iniciara la nueva misión de Scicluna y Bertomeu, el pontífice aceptó la renuncia a Barros, acusado de encubrir los abusos sexuales del influyente sacerdote Fernando Karadima, condenado por el Vaticano en 2011.
Antes de dejar Chile, los enviados papales informaron también que los testimonios que no alcanzaron a recibir en esta nueva misión serán acogidos por "un servicio de escuchas" que operará de manera transitoria.
Al mismo tiempo, las diócesis de la ciudad de Temuco y Aysén informaron que otros cuatro sacerdotes fueron suspendidos tras denuncias de abusos sexuales contra menores.