En 2014, durante el mundial de Brasil, Alemania utilizó un sistema de entrenamiento inteligente: el miCoach de Adidas, que medía la distancia, velocidad, aceleración, ritmo cardíaco y energía de cada jugador. Esa data era recibida en tiempo real por los entrenadores, y muchos le atribuyeron a ella que el conjunto germánico haya ganado la copa.
Ahora, en Rusia 2018, todos los equipos recibieron dos tablets que transmiten la información obtenida de dos cámaras que siguen los movimientos de los jugadores y la pelota en la cancha. A esto se denomina Sistema de Seguimiento del Rendimiento (EPTS, por sus siglas en inglés). Pero Alemania, entonces, fue más allá, de la mano de herramientas para recopilar, analizar y cuantificar datos, según explicó en su columna semanal el consultor en Marketing certificado por Google Juan Manuel Gareli Fabrizi.
Primero, implementó una cabina de video (video cockpit), que es un centro de contenido donde se conjugan clips de jugadas del equipo históricas y en tiempo real, con información de entrenamientos. Su objetivo es filtrar esos contenidos en función de diferentes criterios para identificar patrones en jugadores propios y de oponentes.
Luego, un panel de control del jugador (player dashboard), donde se vuelca esa información. Se trata de una aplicación en la nube que permite que le lleguen esos datos al móvil del jugador de forma personalizada y en tiempo real.
Éstas dos funciones son parte de SAP Sports One, un sistema para digitalizar y administrar datos relativos al entrenamiento y gestión de equipos.
De esta forma, “probabilísticamente”, los alemanes estaban “aventajados” con respecto a los demás equipos. Pero las probabilidades no siempre se cumplen, y afortunadamente el factor humano sigue prevaleciendo en ciertos casos.