Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), compuesto por Álvaro Siano y Nicolás Aschemacher, docentes de la cátedra de Química Orgánica de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB), y Nora Aimaretti, investigadora del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de la localidad de Monte Vera, formularon un té soluble en agua a distintas temperaturas a partir de dos especies vegetales autóctonas como Aguaribay y Ñangapirí, además de té verde, aditivado con cáscaras de limón y naranja de origen natural, sensorialmente aceptable y con excelentes propiedades antioxidantes.
“Se nos ocurrió desarrollar un té instantáneo sin aditivos químicos sintéticos, polisacáridos (azúcares), que lo convierte en un producto saludable con la propiedad de disolverse en agua fría como en agua caliente. Las hierbas autóctonas fueron elegidas por sus propiedades medicinales, principalmente como antioxidantes, luego de un intenso trabajo de investigación. Nos motivó mucho poder proporcionarle a la gente un producto natural”, explicó Aschemacher, egresado de la carrera de Licenciatura en Nutrición de la casa de estudios.
Por su parte Siano recalcó que, desde la cátedra de Química Orgánica, “fue importante poder generar el espacio para que los licenciados en Nutrición, puedan desarrollar este tipo de alimentos que aportan salud a la población, y al mismo tiempo conformar un excelente equipo de trabajo”.
Propiedades nutricionales
Entre los aportes nutricionales que presenta Tesãí, se puede mencionar que presenta mayor capacidad antioxidante que la vitamina C que una naranja, previene el cáncer, el envejecimiento celular y los efectos de la contaminación ambiental ya que neutraliza las moléculas dañinas del organismo.
Las hierbas Aguaribay y Ñangapiry son silvestres y se encuentran desde Jujuy hasta Río Negro, incluso se pueden encontrar en la Ciudad Universitaria de UNL. Este producto, a diferencia de los té comerciales, no tendrá ningún aditivo químico sintético sino que fue formulado con el agregado de cáscara de naranja y limón y otros componentes orgánicos.
“Como investigadora es un orgullo poder ofrecer un té formulado a partir de especies autóctonas olvidadas que nuestros ancestros usaron y que ahora tenemos la oportunidad de revalorizarlas”, resaltó Aimaretti.
Proceso de elaboración
Para llegar al té, el grupo de trabajo seleccionó las hierbas, realizó el lavado y secado a temperaturas estandarizadas que permitiera lograr la mayor capacidad antioxidante, y luego realizó un proceso de liofilizado, por el cual se extrae el agua sin alterar las propiedades organolépticas del alimento.
Finalmente luego de la liofilización se obtuvo un producto soluble en agua a distintas temperaturas, que puede consumirse en todo momento y lugar, conservando sus atributos sensoriales. Se determinó su contenido de fenoles totales obteniendo valores superiores a diferentes alimentos como té verde y negro, y diferentes frutas.
Té premiado
La idea de producir este té se gestó a partir de la convocatoria a participar del IX Concurso Estudiantil de Alimentos Innovadores de Rosario 2018 que se llevó a cabo el 14 de junio donde Nicolás Aschemacher obtuvo el primer puesto en la categoría “Jóvenes Investigadores” y el tercer puesto en la categoría “Alimento innovador”.
El evento fue organizado por la Facultad de Química de la Universidad del Centro Educativo Latinoamericano (UCEL) y INTA.
En este tipo de concursos se les propone a los estudiantes desarrollar un alimento innovador, a partir de allí los estudiantes eligen los ingredientes, analizan qué función cumplen y de esta forma aplican todos esos conocimientos.
Sobre la elección del nombre, Nicolás cuenta: “Me inspiré en un término guaraní que significa "saludable" y le agregué el acento para hacerlo más comercial”.