Las cápsulas inflables diseñadas en Estados Unidos llegaron este lunes a Tailandia con la esperanza de aportar una alternativa al equipo de rescatistas encargado de evacuar a los niños que quedan atrapados en la cueva, en medio de los operativos que avanzan con éxito.
La primera etapa del plan se realizó con éxito el domingo, ante el descenso del nivel del agua, que permitió que algunas zonas del túnel se caminen y no sea necesario bucear. Sin embargo, en la noche las lluvias se reanudaron y el pronóstico es inestable, lo que podría complicar el panorama.
Además, las autoridades explicaron que el orden de la operación priorizó a los menores que se encontraban en mejores condiciones. Si las lluvias persisten y el estado de los jóvenes no es óptimo para bucear, el dispositivo inflable asoma como una alternativa.
Diseñado por la compañía Wing Inflatables y llamado "capullo de escape", contó con la colaboración de SpaceX, compañía de Elon Musk. A diferencia de otro modelo rígido mostrado por esta empresa, el diseño plástico permitiría una contorsión para atravesar las partes más sinuosas de los túneles.
En las pruebas difundidas por la empresa, se aprecia a un hombre que ingresa con una máscara y un sistema de oxígeno en el contenedor de poco más de dos metros, antes de sellarlo con velcro.
Por ahora, no se ha confirmado si las autoridades están contemplando utilizar este sistema.
"Me sigue sorprendiendo el valor, la resistencia y la tenacidad de los niños y del equipo de buceo en Tailandia. El carácter humano en su máxima expresión", elogió Musk.