En la pequeña ciudad de Davis, ubicada en el estado de California, se instaló una polémica después de que una alumna, de la reconocida escuela local Da Vinci High School, le diera a sus compañeros galletitas hechas con las cenizas de su abuela. Una vez que el resto del curso se enteró del ingrediente sorpresa, intervino la Policía y se abrió una investigación.
Todavía nadie puede creer lo que pasó. "Esto es tan poco común", aseguró el teniente Paul Doroshov al canal CBS. A su vez, confirmó que la chica -de quien no difundieron su identidad por ser menor de edad- había cocinado los dulces en su casa.
Al menos nueve de sus compañeros los probaron y, según el informe de las autoridades, ninguno habría sufrido consecuencias físicas por comerlos. "Este es un caso muy extraño, jamás trabajé en algo similar", aseguró el comisario, quien adelantó que analizarán con detalle el accionar de la adolescente. Y confirmó que, por el momento, todavía las galletitas no fueron analizadas.
Por el escándalo que se desató, los directivos de la escuela secundaria también quedaron involucrados y recibieron una catarata de quejas de los padres de los estudiantes. Aunque evitaron hablar con la prensa, las autoridades educativas difundieron un comunicado en donde aclararon que respondieron de la manera "más rápida, respetuosa y digna posible".
Según el canal FOX40, todo empezó después de que uno de los estudiantes de ese curso le contó a sus papás que una de sus compañeras había llevado galletitas hechas con cenizas humanas, dos semanas atrás.
La mamá del chico se quejó porque los directos de Da Vinci High School no le habían notificado a los adultos lo que había ocurrido y que su hijo había firmado un escrito en donde detallaba el incidente, sin antes haberle avisado a los padres.