Chantal Lapuerta, una de las voceras del movimiento llamado "chalecos amarillos", por la prenda fluorescente que los identifica, confirmó que muchos de los manifestantes viajarán a París el próximo 24 de noviembre "si (el presidente, Emmanuel) Macron no se pronuncia sobre el precio de los combustibles".
Desde su inicio el movimiento se desarrolló sin estructura política ni liderazgo claro y se organizó a través de las redes sociales. Las acciones multitudinarias del pasado fin de semana reclaman que el Gobierno atienda sus peticiones y conceda una audiencia con Macron.
En Facebook, 143.000 usuarios se mostraron "interesados" por el evento que da cita a los "chalecos amarillos" en la plaza de la Concordia de París entre las ocho y las once de la mañana, para marchar hacia el Elíseo.
Un millón de personas salieron a las calles de París por el aumento de la nafta. En Alemania la gente dejo los autos en medio de calles y autopistas, lo cerro y se fue, colapsándolo todo.
— Carito Caracciolo (@CaritoCara) 19 de noviembre de 2018
Primer mundo, población consciente de su poder, no corderitos sumisos del gobierno pic.twitter.com/h6ETfGhzQe
"Hay que dar el tiro de gracia e ir todos a París por todos los medios posibles (compartir coche, tren autobús, etc...)", indicó Lapuerta en un mensaje en la red social.
El Gobierno francés aduce que el aumento impositivo apunta a desalentar el uso de combustibles fósiles y con ello proteger al ambiente, pero muchos de los miembros del grupo viven en zonas urbanas alejadas de las grandes ciudades francesas y aseguran que el automóvil es su único medio de transporte.
El portavoz del Ejecutivo, Benjamin Griveaux, reiteró hoy que no se dará marcha atrás con el resistido impuesto al combustible y retomó las palabras del primer ministro, Édouard Philippe, que el sábado aseguró "haber escuchado" el descontento popular.
"Piden poder vivir decentemente de su trabajo, que sus hijos vivan mejor que ellos, es por eso que preferimos poner impuestos en el combustible y no en el trabajo y hemos puesto en marcha dispositivos para acompañarles porque la transición ecológica es difícil", dijo Griveaux.
El vocero aseguró que hay que "sacar a Francia del modelo petrolero actual" porque "si dentro de 18 meses los países productores" deciden aumentar el precio del barril esto repercutirá directamente en el "bolsillo de los franceses".