Muchas son las razones por la que la catedral de Notre Dame se volvió uno de los incendios más poderosos de la historia. Las lenguas de llamas de más de 50 metros terminaron con las vigas de madera centenarias y con todo lo que encontraban a su paso. Además la arquitectura gótica hizo que el incendio de ayer fuera especialmente difícil de abordar y los bomberos de París merecen elogios por sus esfuerzos, dijeron especialistas.
Uno de los momentos más tristes fue la caída de la aguja central y el posterior desmoronamiento del techo de la catedral centenaria que quedaron destruidos. El lado positivo de terrible tragedia es que los dos campanarios y el edificio principal se salvaron y siguen en pie.
Un video publicado por el Ministerio del Interior francés mostró la magnitud de la respuesta ante el incendio. Las autoridades desplegaron unos 400 bomberos, bombearon agua desde el río Sena y volaron drones para inspeccionar el daño.
Uno de los mayores problemas a la hora de combatir las llamas fue acceder a las vigas de madera del techo por la altura de las mismas y la cortina de fuego.
“En los primeros 20 minutos ya era bastante evidente que iba a ser un fuego muy grave”, dijo Gregg Favre, un exbombero del Departamento de Bomberos de St. Louis en Estados Unidos. Los bomberos habrían estado en desventaja incluso “antes de que salieran de la estación”, agregó Favre.
Una vez que las vigas comienzan a arder, el exterior de piedra dificulta que los bomberos que se encuentran fuera del edificio lleguen a la fuente de las llamas. La piedra atrapa el calor y el humo, evitando que trabajen en el interior.
La altura de Notre Dame también representó un desafío al proporcionar oxígeno adicional para que respirara el fuego y complicar los esfuerzos para alcanzar las llamas.
Las opciones aéreas como la sugerida por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, también fueron consideradas poco realistas.
“Tal vez los aviones cisterna podrían usarse para apagarlo. ¡Deben actuar rápidamente!”, dijo Trump en un tuit.
Pero según Corbett, ningún piloto de avión podría arrojar agua “exactamente en ese punto moviéndose a varios cientos de kilómetros por hora por encima”.
Corbett también descartó el uso de helicópteros: “Uno de los problemas aquí es la corriente térmica, que es como una chimenea, no puedes volar un helicóptero en el aire caliente. El aire es muy escaso”.
La agencia de seguridad civil francesa, Securite Civile, dijo en una aparente referencia a la sugerencia de Trump de que cualquier descarga aérea de agua podría “debilitar la estructura de Notre Dame y provocar daños colaterales a los edificios en las cercanías”.
A pesar de los enormes desafíos, los 400 bomberos pudieron salvar una gran parte de la catedral.