Unión estuvo lejos de su mejor versión y quedó rápidamente en el camino de la Copa Argentina ante Barracas Central. Fue una noche en la que se le apagaron las luces después de todo lo bueno que realizó en la llave contra San Martín de Tucumán por la Copa de la Superliga.
Está claro que caer ante un equipo de la Primera B Metropolitana no estaba en los planes y por eso se sintió con un gran mazazo. Si bien es cierto que la cabeza también estaba puesta en el duelo de ida contra Tigre, la idea era seguir adelante en todos los frentes y finalmente no será posible.
Más allá de eso, el entrenador Leonardo Madelón se sintió en la obligación de salir a "defender" todo lo que se hizo amén estos traspiés que podrían generar una mancha en esta recta final del semestre. Más que nada, porque es la voz de mando y el emblema máximo de la institución, pero también sabe que no debe ser algo que haga mella en un grupo que se ganó un importante respeto y que simplemente no ligó o simplemente bajó su rendimiento.
Pero si se hila más fino, hay algo que retumba quizás más. Unión quedó afuera de dos competencias en ocho días: la última fue de la Copa Argentina, privándose de ganar 670.000 pesos. En épocas de vacas flacas, es un dinero que siempre sirve para paliar algunas cuentas. Mientras que lo más fuerte se dio en la Copa Sudamericana a manos de Independiente del Valle de Ecuador.
Por solo participar, la Conmebol lo premió con 300.000 dólares, pero si accedía a la siguiente instancia se lleva 375.000 más. Si se hace el cálculo serían 17.362.500 pesos, al cambio de este viernes de 46,3. En consecuencia, se perdió de ganar un total de 18.032.500 pesos. Cifras que asombran en tiempos donde el dinero no es lo que abunda.
Es verdad que el fútbol profesional maneja números increíbles, pero en Argentina hablar de millones genera escozor y Unión reniega un poco de dejar pasar estos trenes.