Un hombre italiano, de 37 años, decidió acudir a una clínica de endocrinología italiana debido a que el cuero cabelludo se veía extremadamente afectado por una serie de llamativos pliegues y surcos que habían aparecido inesperadamente.
Su esposa fue quien indicó que, desde hacía un tiempo, había notado el aumento de pliegues de piel en su cabeza, según explicó el estudio de la Università degli Studi di Padova publicado en la revista The New England Journal of Medicine.
El examen físico fue lo que evidenció lo que se comprobaba a simple vista: surcos y más surcos de piel recorriendo el cuero cabelludo del paciente. Sin embargo, el paciente también mostraba pies y manos agrandados y una mandíbula inferior muy salida.
Tras realizas los respectivos estudios, la muestras del laboratorio, encontraron que la hormona del factor de crecimiento insulínico tipo 1, que junto con la hormona del crecimiento, que genera el crecimiento y el desarrollo normal de los huesos y tejidos tenía “unos niveles notables”.
La carga de glucosa que le administraron no rebajó los niveles encontrados, lo que confirmó el diagnóstico de acromegalia.
Se trata de una enfermedad crónica, causada por una lesión de la glándula pituitaria. El engrosamiento y la aparición de los surcos en el cuero cabelludo, llamado “cutis verticis gyrata”, es una afectación que está vinculada a la acromegalia y que deja la piel como si hubieran pliegues cerebrales.
Cabe destacar que la resonancia magnética que hicieron de la cabeza del paciente reveló, además, un adenoma hipofisiario (un tumor benigno de lento crecimiento que se origina en las células que forman la glándula hipófisis).