Un total de 44 médicos realizaron en la Fundación Hospitalaria, en el barrio porteño de Núñez, la primera separación en la historia argentina de siameses unidos por genitales, sistema urinario y aparato digestivo.
La operación se realizó el pasado 22 de junio y de la misma participaron urólogos, anestesistas, cardiólogos y cirujanos plásticos, entre otros profesionales. Uno de los profesionales que participó en la intervención, el Dr. Sergio Paikovsky, brindó detalles de la operación a través de LT10.
Los pacientes fueron Gianluca y Santino, dos bebes que nacieron como siameses isquiópagos unidos por periné, por lo que el caso era de alta complejidad.
Por esta razón, los médicos debieron hacer antes una prueba con muñecos que duró cerca de dos horas y en la cual practicaron todos los pasos de la cirugía. "Es una técnica novedosa, se trata de simular en muñecos lo que se va a hacer en el paciente; es una aproximación importante del tipo de cirugía para luego ir sobre el paciente mucho más seguros", relató.
Luego llegó el momento de realizar la operación real, en la que los especialistas debieron separar los aparatos digestivos y urinarios de los menores, pero cuidando de conservar los músculos y respetar la anatomía de cada uno de los dos hermanos. La intervención duró alrededor de 9 horas, y contempló varias operaciones sucesivas: en primer lugar, la separación de la parte genital, y luego se trabaja sobre la parte que comparten sobre de apartato gastrointestinal. Finalmente, cirujanos plásticos trabajan si hace falta su intervención para finalizar.
"Esta cirugía fue un primer paso, pero después hay cirugías correctoras de las partes separadas para que los chicos puedan hacer una vida lo más normal posible dentro de la malformación compleja con la cual nacieron", explicó el especialista.
La familia de Gianluca y Santino llegó a este centro de salud cuando la madre de los niños fue informada, un año atrás, que protagonizaba un embarazo de alto riesgo porque sus hijos estaban "unidos por la pelvis".
La obra social de los padres los derivó a este lugar, donde un equipo interdisciplinario atendió el caso y siguió la evolución de los bebés hasta el momento de la separación.
Luego de la intervención, los hermanos estuvieron 10 días internados hasta que les dieron el alta y volvieron con sus padres a su casa. "Los chicos están hermosos, están perfectos. Estuvieron dos días después de la cirugía en terapia intensiva, y ocho días en sala de internación común: al décimo día pudimos darles el alta", concluyó Paikovsky