Beber té o café antes de acostarnos no influye en la calidad del sueño, tal y como ha revelado un estudio de la Universidad Atlántica de Florida (Estados Unidos) en colaboración con la Escuela de Médicos de Harvard.
Para dicho trabajo, se investigó a un total de 785 personas durante 5.164 días y noches, teniendo en cuenta la cantidad de café, alcohol y nicotina que consumieron durante este período de tiempo. Se utilizaron unos sensores de muñeca capaces de registrar la duración del sueño de los participantes, así como su eficiencia y la rapidez con la que estas personas se despertaban.
Según el estudio, la nicotina y el alcohol sí afectan al sueño. Por ejemplo, el fumar un cigarrillo antes de dormir resta alrededor de 42 minutos de sueño a los insomnes (las personas que, regularmente, no pueden dormir). En cambio, la cafeína no generó modificaciones en el estado del sueño de estas personas.
De esta manera, "el consumo de alcohol o nicotina durante las cuatro horas previas al sueño empeoran su continuidad", explica; lo que no coincide con los efectos de la ingestión de cafeína, un dato que, para los autores estudio, es "toda una sorpresa".
Aunque, tal y como subraya el experto en sueño Neil Stanley en The Independent, algunas personas son "muy sensibles a los efectos de la cafeína", por lo que deberían "evitar tomar bebidas con cafeína demasiado cerca de la hora de acostarse".