Uno de los momentos más recordados de la final de la Copa Sudamericana entre Colón de Santa Fe e Independiente del Valle de Ecuador fue en la previa, durante el show en vivo que brindaron Los Palmeras, confesos simpatizantes del cuadro argentina.
Al oírse los primeros acordes del tema “Soy Sabalero”, el estadio de La Nueva Olla (de Cerro Porteño de Paraguay) explotó y un simpatizante recorrió el mundo con sus lágrimas de emoción. Se trata de Darío Genolet.
Este hombre de 38 años, que es policía en la provincia de Santa Fe y trabaja en el Palacio de Tribunales de su provincia, saltó al estrellato y varios medios se contactaron con él para conocer su historia.
Este es el caso del programa Super Deportivo Radio, programa que se emite por radio Villa Trinidad. La particularidad de esta entrevista es que tuvo un gracioso e inesperado final. La idea era que Genolet se despida cantando al ritmo de “yo soy Sabalero”, pero mientras entonaba la canción apareció una persona que lo reconoció e interrumpió la nota, lo que generó las carcajadas de los conductores.
"Salí de la cancha, me vi en el video, y volví a emocionarme, no soy de llorar, pero esa vez no aguanté y me quebré", sostuvo el famoso hincha del Negro.
Según trascendió en las últimas horas, Darío Genolet fue invitado por Los Palmeras para formar parte del show que realizarán en la previa al partido que llevarán adelante Colón y Estudiantes de La Plata el próximo lunes, desde las 19, en el estadio Brigadier Estanislao López.
Acudió solo a la Nueva Olla, se instaló en su platea, apagó el celular y se dejó llevar por las emociones de Los Palmeras, primero, y el partido más tarde. Cuando encendió el teléfono le explotó con mensajes y llamados. “Lloré porque se me vino a la cabeza nuestra historia, cultura y costumbres. Los Palmeras son Santa Fe, todas las personas que estaban adentro, las que no están, las que no pudieron ir por cuestiones económicas o que no consiguieron entrada... Son nuestros embajadores, son Colón. Están identificados con Colón y, con su música, nos escuchó el mundo”, manifestó.
“Son más las perdidas que las ganadas, pero esto que hicimos se lo vamos a poder contar a nuestros hijos y nietos, quedará en la memoria colectiva. Fue una noche de cristal que se hizo añicos y el dolor es muy grande, pero lo que logramos es un bálsamo para nuestras heridas. Se perdió la final pero ganamos en las tribunas. Parecía que estábamos en Santa Fe, en nuestro Cementerio de los Elefantes”, comentó.
Cuando emprendió el regreso recibió el contacto de familiares, amigos y varios medios locales. Se convirtió casi en una celebridad. Genolet, que tuvo que cumplir con algunas guardias extras y llevar facturas y alfajores a su trabajo para remediar su ausencia el fin de semana pasado, le transmitió la pasión a su hijo de 6 años y sueña a futuro: “No se dio la estrella pero llegará más adelante”.