Colón terminó de la peor manera este 2019. Todo era algarabía –pese a que en la Superliga no tenía buenos resultados– hasta la final de la Copa Sudamericana. La derrota en Asunción desnudó las falencias del equipo, que se terminó deshilachando y quedando en jaque en los promedios del descenso.
Una situación que llevó a los dirigentes a tomar una determinación contundente y por eso se llegó a un acuerdo para interrumpir el contrato con Pablo Lavallén. El entrenador nunca terminó de convencer, pero se mantuvo en el cargo por la campaña a nivel internacional. Aunque la realidad pudo más y este viernes el equipo lejos estuvo de respaldarlo al perder contra Aldosivi 2-0.
No es solo el resultado, sino la forma: tibio, sin ganas y casi por compromiso. Un Colón en modo vacaciones que, lógicamente exasperó al público, que siempre fiel fue a acompañar. En algo que no sorprendió, el DT y el plantel se fue sin hablar. Es más, se habría despedido revelando que no estará presente en el partido pendiente ante Arsenal del jueves próximo.
Ya empezaron a circular rumores en los pasillos del Brigadier López después de semejante actuación desafortunada. Quizás sea la oportunidad momentánea para que Pablo Bonaveri, conductor de la reserva, tome un barco a la deriva, pero hay que transmitir cautela.
El ciclo de Lavallén y muchos de estos jugadores está terminado, pero Colón necesita imperiosamente ganar y ante el elenco de Sarandí debe salir a dar una muestra de carácter. Para colmo hace más de 18 meses que no gana de visitante, tornándose todavía más prioritario.
En Colón el margen de error es cada vez más bajo y cada fecha que pasa el promedio se desinfla. Es momento de dar un golpe de timón que se vuelva al cause correcto. Así, la historia seguramente no terminará bien.