Pablo Lavallén fue el entrenador que llevó a Colón a jugar su primera final internacional, en lo que representó la ocasión más propicia que tuvo de sumar su primera estrella tras perder ante Independiente del Valle en La Nueva Olla.
El DT dejó su cargo tras la derrota ante Aldosivi, en el penúltimo partido del 2019, más allá que se había comprometido también a dirigir frente a Arsenal, en el pendiente de la fecha 13 de la Superliga.
En diálogo con CNN Radio, Lavallén apuntó: "La dirigencia pensaba de una forma y yo soy de otra generación. El fútbol cambió y yo no puedo meterme en los manejos del club. No coincidíamos en la visión deportiva que ellos tenían del fútbol".
Pero no se quedó ahí y destacó: "No coincidía en como ellos querían llevar adelante el proyecto deportivo. Fuimos teniendo ese tipo de idas y vueltas. Cuando los resultados se dieron se llevó bien la relación y cuando los resultados no se dieron las diferencias fueron más grandes".
Para luego, apuntar: "Fue una relación que arrancó atada con alambre, pero yo no estoy acá para juzgar cómo se maneja la directiva de un club. Pero somos seres humanos y disentimos en un montón de situaciones, pero no soy de los que creen tener la razón. Los entrenadores convivimos con los resultados y si no se dan tenés que irte a tu casa por más que te lleves bien con todos".
Y en el tramo final, admitió: "Tuvimos un muy buen día a día con el plantel, por eso estuvimos nueve meses al frente del plantel. Si un entrenador no se entiende con los jugadores tiene poco futuro, son los que te bancan dentro de la cancha. El ambiente de laburo era muy bueno más allá de las diferencias con los dirigentes".