Una agencia de las Naciones Unidas (ONU) destacó los principios básicos de la propuesta de la Argentina para reestructurar su deuda, en el marco de un informe en el que afirma que los países en desarrollo necesitan que se les condone cerca de un billón de dólares para superar las consecuencias económicas generadas por el coronavirus.
"La comunidad internacional debe tomar medidas urgentes para aliviar la creciente presión financiera que ejercen los pagos de la deuda”, dijo Mukhisa Kituyi, secretario general de Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), organismo que instó a un acuerdo global para alivianar la situación que genera la pandemia.
De acuerdo al trabajo publicado este jueves, los desembolsos en el mundo en esta área alcanzarán entre 2020 y 2021 los 3,4 billones de dólares, de los cuales entre 666 mil millones y 1,06 billones corresponden a países de ingresos medios y bajos.
Esto en un contexto recesivo generado por el Covid-19 que combina una caída de la oferta y de la demanda, un debilitamiento de las divisas frente al dólar y un desplome del precio de las materias primas, entre otras consecuencias.
Ante este panorama, la UNCTAD reclamó por un acuerdo global que anule un billón de dólares de deuda de los países en desarrollo y destacó que el enfoque de Argentina en su oferta de reestructuración “resuelve algunos principios básicos” para superar esta crisis.
Elogios a la oferta del gobierno argentino
Específicamente, la agencia de la ONU subrayó que la propuesta presentada por el ministro Martín Guzmán busca una sostenibilidad de la deuda en su relación con el Producto Bruto Interno, "con una estrategia a largo plazo de poner a la economía en un camino virtuoso que priorice la producción interna y la inclusión social".
“En el corto plazo –resaltó el informe- la reestructuración de la deuda soberana debe permitir un respiro, a través de suspensiones apropiadas en los reembolsos, para que los gobiernos resuelvan o mitiguen los desequilibrios macroeconómicos centrales, a través de políticas inclusivas a favor del crecimiento en lugar de la austeridad”.
“Una reestructuración exitosa debe incluir también un pago de intereses que sean sostenibles”, añadió el trabajo.
Estos lineamientos van en concordancia con los establecidos por la oferta argentina, que prevé un período de gracia de tres años sin ningún tipo de pagos, con una quita reducida sobre el capital y un recorte del 62% en los intereses.
La UNCTAD se hizo eco que algunos de los acreedores privados manifestaron su rechazo, pero dejó clara su postura: “Los principios básicos en los que se basa esta propuesta (así como las negociaciones en curso de Argentina sobre su deuda multilateral con el FMI) son esenciales para garantizar que el mundo en desarrollo pueda escapar de las cargas de deuda insostenibles, de una vez y para siempre”.