Este 18 de mayo se cumplen siesaños de la agónica victoria de Colón ante Olimpo por 2-1, en la última fecha del Clausura 2014, para dirimir su permanencia en un desempate ante Atlético de Rafaela. Fue puntero durante gran parte del campeonato, pero en el final no tuvo el resto suficiente y debió lucharla como pudo mantener viva la ilusión.
Para por lo menos asegurarse un duelo desquite debía ganar y esperar que la Crema no lo haga ante Arsenal. Por esas cosas del destino, el elenco de Sarandí se había puesto en ventaja y a Colón no le alcanzaba con el empate, pero para agregarle más suplicio a la historia, el elenco bahiense se puso en ventaja en un estadio del barrio Centenario de bote a bote con un cabezazo letal de Matías Sarulyte. Entonces hubo que remarla a más no poder.
Llegó el empate mediante Darío Gandín, que la empujó de cabeza después de que el arquero le atajara un penal. Explotó inmensa de alegría, las cuales se diluyeron al saber que en Buenos Aires, Atlético se lo había dado vuelta a Arsenal y lo mandaba derechito a la "B". Fue así como se jugaron minutos angustiantes en Santa Fe.
Pero fiel a su estilo, para ir en busca de la gloria, el hincha sabalero esta hecho para sufrir y fue así como, cuando ya no quedaba nada de tiempo, apareció la pierna de Lucas Alario para mandarla a guardar y así estampar el 2-1 final, con el que se ganaba el partido y resolvía que la permanencia se sepa en un desempate. Después, el desenlace ya lo conocen todos, con la victoria de la Crema por 1-0.
Sin embargo, la gente recuerda con emoción lo que sucedió ese 18 de mayo. "Ahí están los guerreros de estaba batalla colosal", el relato inmoral de Fabián Mazzi para Diez en Deportes.