Cientos de activistas de extrema derecha se manifestaron hoy en Londres y forcejearon con la policía en la plaza del Parlamento para denunciar las recientes marchas antirracistas en el país originadas por el crimen del afroamericano George Floyd en Estados Unidos.
Seguidores británicos del movimiento estadounidense Black Lives Matter (Las Vidas Negras Importan) suspendieron una manifestación para repudiar la muerte de Floyd prevista para hoy también en la plaza del Parlamento a fin de evitar choques con los activistas de ultraderecha.
Pese a restricciones impuestas por la policía y a advertencias del gobierno de quedarse en casa por el coronavirus, varios grupos de extrema derecha y barrabravas de distintos clubes de fútbol se congregaron en la plaza en horas de la mañana.
Algunos arrojaron botellas y latas de cerveza a la policía, que respondió con varias cargas a caballo para mantener a raya a la multitud.
Los manifestantes, en su mayoría jóvenes blancos, cantaban "Inglaterra, Inglaterra" y entonaban el himno nacional, informó BBC.
Los activistas dijeron que su intención era proteger monumentos históricos que fueron vandalizados en los últimos días durante manifestaciones por la muerte de Floyd y contra el racismo policial en el Reino Unido.
Muchos de los manifestantes se congregaron hoy en torno a la estatua del ex primer ministro y héroe de la Segunda Guerra Mundial Winston Churchill y el Cenotafio en honor a los caídos en las dos guerras mundiales del siglo pasado.
Ambos monumentos fueron cubiertos ayer con lonas para evitar que fueran atacados.
Autoridades los rodearon además de paneles protectores para evitar que los activistas de ultraderecha se enfrentaran con los manifestantes antirracistas con el pretexto de defender las estatuas.
“Estoy podrido con la forma en que las autoridades han permitido dos fines de semana seguidos de vandalismo contra nuestros monumentos nacionales", dijo Paul Golding, líder del grupo de extrema derecha Britain First, a la agencia de noticias privada británica Press Association.
Monumentos de todo el mundo, la mayoría relacionados con la esclavitud o el imperialismo, fueron atacados durante las protestas desatadas luego de que un policía blanco clavara su rodilla en el cuello de Floyd hasta matarlo en la ciudad de Minneapolis, el mes pasado.
En el Reino Unido, las marchas han desatado un debate sobre el legado el imperio británico y su rol en el tráfico de esclavos. La estatua del comerciante de esclavos Edward Colston fue derribada de su pedestal en Bristol el domingo pasado y arrojada al río Avon.
En Londres, también el fin de semana pasado, un manifestante pintó la estatua de Churchill con las palabras "fue un racista".
El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo ayer que aunque Churchill "a veces expresó opiniones que fueron y son inaceptables para nosotros ahora", también fue un héroe.
"No podemos ahora tratar de editar o censurar nuestro pasado", agregó.
Churchill, cuyo primer mandato se extendió de 1940 a 1945, ha sido largamente elogiado por su liderazgo y su resistencia, casi en solitario en Europa, contra la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial.