Si querés tener un pequeño huerto de plantas medicinales en tu hogar, seguí estos pasos y disfrutá de estas cinco variedades y sus beneficios.
Primero necesitás una maceta grande (60 centímetros de altura y 50 de centímetros de ancho aproximadamente), con un buen drenaje. Además de tierra nueva, si es posible que sea una combinación de hoja y negra. Y lo más importante, que el espacio donde la coloques cuente con ocho horas de sol, si excede pude secar tus plantas.
¿Qué plantas podés combinar?
- Diente de león
Aporta hierro y calcio, estimula la actividad hepática, elimina las toxinas y aumenta el flujo de la bilis.
Sembrá la planta directamente en la tierra, con una separación de cinco centímetros de otra. Además, procurá que el suelo se mantenga húmedo.
- Menta
Mejora la digestión, alivia dolores de cabeza y es un excelente descongestionante.
Se multiplica con mucha velocidad, por lo que debés de podar continuamente. En invierno es recomendable cortar la parte superior. Podés sembrar la planta o cultivar desde semilla, si es la última procurá que el suelo tenga suficiente nutrientes.
- Salvia
Mejora la cicatrización, ayuda a reducir problemas estomacales como diarrea y vómito, y reduce la inflamación bucal.
Las semillas las debés plantar frescas (mínimo tres). Una vez que crezca la planta, colocá junto al tallo un palito o alambre para evitar que se rompa.
- Tomillo
Tiene propiedades antioxidantes, antisépticas y antiespasmódicas. También contribuye a combatir la bronquitis y el asma, además de aliviar los síntomas de infección de boca y oído.
Para cultivar, necesitás entre tres a cuatro plantas de seis a 10 centímetros. Colocalas juntas pero debés asegurarte en colocarles abono una vez a la semana.
- Romero
Puede ser un tónico para el cabello, reduce la oleosidad de la piel y estimula la memoria.
Para cultivarlo necesitarás unas ramitas, mismas que podés poner en agua por unas semanas, cuando las raíces crezcan podés trasplanta a tu maceta.