El Gobierno fracasó en su intento de comprar 1,7 millones de frascos de mermelada de durazno debido a que las empresas que se presentaron en la licitación presentaron ofertas superiores a los precios máximos fijados por el Estado y se negaron a vender los productos a los montos establecidos.
En el marco de la emergencia alimentaria frente a la pandemia de coronavirus, el Ministerio de Desarrollo Social pretendía obtener 1.700.000 frascos de 454 gramos de mermelada de durazno para entregar a familias en estado de vulnerabilidad.
Para ello, estimaba gastar en la Contratación por Emergencia Covid-19 Nº 24/20 un total 90.253.000 pesos, es decir que el precio máximo era de 53,09 cada frasco.
Sin embargo, las siete empresas que se presentaron a la licitación ofrecieron los productos a valores que "superan el menor precio mayorista informado en el Sistema Electrónico de Publicidad de Precios Argentinos (SEPA)", por lo que el Gobierno activó el mecanismo de mejora de precios: sólo una firma modificó la cifra a la que ofertaba la mermelada y le rebajó un peso a su cotización inicial.
Ante esa situación, la cartera conducida por Daniel Arroyo debió dar por fracasada la licitación.